Capítulo 03

824 65 9
                                    

—¡Corte! ¡No se muevan de ahí! —grita el director.

Me separo de Anahí, tratando de controlar mi respiración algo agitada.

Miro a todos lados antes que a ella, porque a pesar de ser solo trabajo, caray.., que bien besa Anahí.

Y detrás de los camarografos está la gente de vestuario, de cordinación y... Y Dulce.

Ahora sí prefiero voltear la mirada hacia Anahí, antes que ver a Dulce. Sólo sonríe y me dice un "Hola" mudo porque nos acabamos de ver hasta ahora. Yo respondo igual.

Siento la mirada de Dulce en nosotros y yo prefiero gacharla, o rascarme la cabeza, o yo que sé.

Desde todo el noviazgo que he tenido con Dulce, estos días han sido los más dificiles y las cosas no están yendo muy bien que digamos. En lugar de que puedan ir mejor las cosas porque trabajamos juntos, ella se la ha pasado enojada, con celos diría yo, pero... ¿De qué?

Ahora levanto la vista y... No, no puede ser de Anahí, ¿o sí?

Pues claro, ahora entiendo todo... Ella está celosa porque me voy a tener que estar besando con Any. Qué locura, por Dios.

Any es mi amiga desde que nos conocimos, en nuestro anterior proyecto que compartimos juntos. Y no es cosa mía, pero al instante nos llevamos bien y nos hicimos buenos amigos. No tendría por qué estar celosa de ella, si sólo somos amigos, los tres somos cuates.

—Okey, sigan ahí. Ahora tómala de las mejillas, más sutílmente que antes y... —hago lo que me pide y se acerca para colocarme un par de mechones del cabello de Anahí, que antes sin querer le tire. —Así quedó antes.

La miro y ella ríe levemente. Está algo nerviosa como yo. Pero supongo que es normal.

—Unan sus labios, pero sin entrar en un beso, se van separando lentamente, agitados y confundidos. —asentímos y nos vamos acercando lentamente y su labio superior no puede evitar chocar con el mío. Es muy carnoso, grande y suave.

Ay Poncho.

Ya de pronto no es tan necesario por mi comenzar a agitarme, porque en esta posición y con algo de tensión, simplemente lo hago. Natural.

Anahí también se agita y siento su aliento humedo. Eso es lo que hace que me agite.

—Muy bien, así... —dice contento nuestro director.

Claro, como el no está en una situación así, puede sonreír campante.

—¡Silencio! Cinco, cuatro, tres... ¡Dos! —grita y yo me meto en mi papel.

Me mira con confusión, tan real, y yo sólo cierro levemente los ojos. Algo así como un estúpido.

Nos vamos separando, agitados.

Estás loco —susurra.

Eh, sí... Digo no, no estoy loco Anahí —no me doy cuenta que la regué hasta que nuestro director dice:

—¡Corte! Va otra vez —asentímos y le digo un "perdón" mudo a Anahí, que ella sonríe descuidada y me responde con un "no importa" mudo también.

Al parecer sí estoy loco.

...

—¡Mira! Mira con quién está Ucker —apuntó discretamente a los dos que están en el comedor.

Es él y Maite, conversando de lo lindo.

—¿Y qué tiene? —me dice Christian sin ver lo que yo veo.

—¿Cómo que qué? Se están riendo mucho y a mi Maite me cae mal y Christopher lo sabe —digo molesta.

—A ver, a ver güera... Christopher y tú aún no son nada.

—¿Y?

—El puede tener cualquier amiga y tú no le puedes reclamar nada... A parte, Maite es una buena chava. Yo no sé porque te cae mal.

—Porque se hace la santita, como que no rompe ni un plato.

—Anahí, ni siquiera la conoces. Somos compañeros de banda y compañeros de novela. Debemos llevarnos bien, ¿no crees?

—Pues... —creo que tiene razón, pero no quiero aceptarlo.

—Sabes que tengo razón, aceptalo —ríe como un vil ganador y yo lo miro sorprendida. Es como si me leyera la mente. —Anda, vamos. Para que puedas conocer a Maite, primero tienes que saludarla.

Me toma de la mano y casi a me arrastra hasta llegar a la misma mesa.

—¡Qué paso chavos! —saluda Christian alegre como siempre.

—Hola Ucker —lo saludo con un beso en la mejilla y sonrío. Luego miro a Maite y mi sonrisa se borra, pero de igual manera me acerco y la saludo de beso— Hola Maite.

—Hola Anahí —responde igual de seca.

¿Pero qué le pasa? Qué grosera.

—Bueno, yo me voy amigos. Nos vemos más tarde —dice Maite. Se levanta, toma su bolsa y su café.

Dijo amigos, ósea yo no.

Y todavía se va cuando llego yo.

—Creo que a alguien le caes mal —dice Christian y ellos ríen.

—A mi también me cae mal, ¿y? —respondo malhumorada.

—Pero no entiendo por qué, si es bien linda —dice Ucker. Lo miro con una ceja alzada.

—¿Bien linda? —repíto. Veo que Christian voltea hacia todo, menos a nosotros.

Christopher ríe nervioso.

—O sea, buena gente. —compone.

Ni siquiera sé porque estoy actuando así.

—Okey, entiendo. —simplemente respondo eso y tomo mis cosas— Yo me voy, que también tengo cosas que hacer.

Sé que no estoy enojada por eso que dijo Ucker, ni tampoco estoy tan enojada por el desaire que me hizo Maite, porque me lo merezco por como soy con ella. Más bien estoy enojada por otras cosas.

Cosas que no debo de sentir. Por eso es mejor llevar la fiesta en paz, con todos los de la banda.

Sé que tienen razón, aquí la mamona soy yo y Maite si es bien linda, lo he notado.

Creo que iré a buscarla para hablar con ella, tal vez pedirle perdón o algo. Así que voy por los pasillos hacia el camerino que compartimos pero antes, me encuentro con dos personas, discutiendo.

—Dulce, yo no entiendo por qué te pones así... ¡Estoy harto de que siempre trates de victimizarte! —dijo Poncho, enojado.

Estaban peleando, de eso no me queda duda.

—¿Yo? ¡Aquí la que está harta soy yo! Ultimamente te la pasas distraído y no me haces caso, ¿por qué será, eh? —esa ultima pregunta, Dulce la hace con un tono irónico en su voz.

Me sorprende que estén peleados, si siempre se ven tan bien, como si nunca hubiera problemas en el paraíso.

Prefiero seguir a donde iba, para no seguir metiendome en lo que no me importa y ser una chismosa. Pero tengo que pasar por el mismo pasillo para llegar a los camerinos, así que paso por ahí y ellos se callan cuando me ven, sólo les sonrío y me quiero ir corriendo, pero como una persona normal sigo mi camino a paso lento.

______________________________
Problemas de Dul y Poncho 🙊

¡ VOTEN y COMENTEN para seguir !

Lo Que Fuimos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora