Capítulo 04

729 59 5
                                    

Hoy tocaba grabar los promos de la novela y el ambiente está más relajado. Al menos para mí.

Ya arreglé las cosas con Maite y descubrí que en realidad si es una niña bien linda. Me cayó bien desde el instante en que nos hicimos amigas y todo. Le pedí perdón por haber sido tan insoportable con ella, pero había estado abrumada por algunas cosas y ella lo entendió.

Incluso me pidió perdón también por haber sido grosera conmigo, pero se justificó con que si yo era así con ella, ella también lo sería conmigo. Y qué puedo decir...

Así somos las viejas, caray.

Pasé por ella en mi coche porque da la casualidad que vivimos cerca.

Platicamos todo el camino a San Angel y todo el camino en las camionetas de la producción en camino al campo de Golf donde grabaríamos.

De verdad que nos hicimos grandes amigas.

—Lo bueno que hoy solo grabamos promos —dijo con cansancio Maite a mi lado. Seguímos caminando para llegar a los campers que eran nuestros camerinos.

—Y mañana al studio y al siguiente día libre, ¡por fin! —dije y reímos. Llegamos al camper correspondiente, donde ahora sólo lo compartíamos ella, Dulce y yo. —Podemos ir de compras ó salir a bailar —abrí la puerta del camper y entramos.

—Ay sí, me parece... —se interrumpió al ver quien estaba también.

Era Dulce, y aparte, llorando.

Ella se volteó rapida para evitar que la miraramos. Maite y yo nos vimos en silencio sin saber qué hacer. Yo le asentí y me acerqué a Dulce.

—Ay Dul.., ¿qué tienes? —dije cautelosa mientras apoyaba mi mano en su hombro.

—Nada, estoy bien —dijo aún de espaldas mientras se limpiaba las lagrimas.

—No mientas, ¿otra vez es por Poncho? —le pregunta Maite con algo de enojo.

Me imagino que antes ellas platicaban aparte, porque Maite ya sabe algo por como reaccionó.

—¿Qué te hizo? —pregunto.

No quiero salir de esta conversación, aparte quiero saber.

Veo que Dulce mira a Maite y luego ésta me mira a mi... ¿Yo qué hice?

—Any, te voy a contar porque no sé que está pasandome... —dice seria y yo asiento.

Suspira. Tengo miedo de lo que vaya a decir.

—He estado sintiendo celos, de ti.

¡¿Qué?!

¿Por qué sentiría celos? Si sólo es actuación.

Y mis pensamientos de mala amiga sólo se quedan en mi cabeza, jamás me atrevería a contarlos y mucho menos dañar una relación como la de ellos. Y ella sabe que Christopher y yo andamos en algo, que si no fuera por mí, ya hasta seríamos novios.

—Pe.. pero... —vaya tonta. Tartamudié.

—Lo sé, se que sólo es actuación y tú no tienes la culpa de nada, pero ¡oye! —reprocha y yo la escucho atenta— No podrías evitar sentirlos y menos cuando los ves. Los veo y me dan muchos celos, pero lo que se supone que es normal, ya se me pasó. Poncho está cansandose, lo sé —lloriquea de nuevo y yo solo me limito a abrazarla.

—Ay Dul... Solo tienes que calmarte. Yo te vuelvo a repetir que sólo es actuación y te lo voy a decir de otra manera porque Poncho también es mi amigo y lo que el siente también cuenta... —digo y ella asiente— Cuando tu te besaste con Ucker la primera vez, el no estaba para verlo pero, ¿cómo se sintió? ¿Acaso le preguntaste? —niega— Okey, también piensa en eso y enfocate sólo en él.

—¿Y como te habrás sentido tú Any? No bueno, seguro lanzaste todo en los camerinos de coraje —dice Maite bromeando. Yo le pegó y reímos.

Si me sentí celosa, pero hasta eso me controlé.

—Tienes razón Any —dice Dulce ya más animada. —Gracias.

—De nada Dul. Tú y Poncho son mis amigos, nada me da más gusto de que se arreglen y no peleen. Eso también nos afecta a todos, con razón el ambiente estaba tenso estos días —solté una risita porque dije de más.

—Hoy arreglo todo con Poncho.

—¡Así se habla Dul! —dice Maite mientras la abraza. Yo me les uno.

Alguien nos interrumpe cuando dan varios golpes a la puerta y seguido se asoma Norma, la asesora de escenas de Dulce y Ucker.

—Niñas, necesito que se cambien y... ¡¿Qué es ese rimel corrido?! —dice paniqueada y nosotras reímos— ¡Dulce, tú ya estabas lista! —niega sin creerlo— Vamos con los maquillistas, ahorita rápido porque si no nos corren a las dos —saca su wokie tokie para hablar: —Nathalie, necesito que vengas al camper de Anahí y Maite, están listas. Cambio. —asiente a nosotras y se va con Dulce, mientras nosotras esperamos a Nathalie.

—¿Que loco no? —digo mientras me pongo la faldita de colegio.

—¿Qué? —dice mientras se acomoda la corbata.

—Dul celosa de mí —me acomodo la camiseta y me siento para ponerme las calcetas.

—Pues Any, no me lo tomes a mal pero...

—¿Pero qué? —la miro con el ceño fruncido.

—Dulce me contó, que una vez los encontró a ti y a Poncho en una situación algo extraña —dice lo ultimo con un tono tedioso en su voz.

DIOS. Aún lo recuerda.

Pero yo pensé que eso había quedado aclarado, que hasta se le había olvidado como seguro Poncho ni lo recordaba. Pero ahora viene y se lo cuenta a Maite y a quién sabe quien más.

—¿Qué dices? —rió para disimular mis nervios.

—Sí, ella me contó que tú y Poncho una vez en una fiesta que fueron, estaban como escondidos o algo así, y que estaban demasiado cerca y borrachos... —siento su mirada mientras yo me pongo las botas para evadirla— ¿Se besaron?

—¡Claro que no! —digo la verdad.

Por supuesto que no me besé con Poncho por mucho que haya deseado que pasara, aunque lo mejor fue que no haya pasado.

¡Mugre Dul!

—Yo jamás me besé con Poncho, y sí. Si estabamos borrachos y él más, pero no pasó nada. Solo estabamos platicando porque.. ¡Era la despedida del elenco! Era imposible no acercarme a Poncho y a cualquiera, era una fiesta —digo obvia y molesta.

—Okey, entiendo. Pero Dul pensó mil cosas al verlos en esa situación, pero creo que se está pasando —dice con algo de preocupación.

—¡Pues sí se pasa! —concuerdo con Maite— Yo pensaba que eso había quedado aclarado al menos por mí parte.

—Tranquila Any, respira —inhala y exhala para que yo la siga—. No te vayas a pelear tú también.

—No, no me pienso pelear como ella por algo que ya estaba olvidado.

Sí, y muy olvidado.

Lo Que Fuimos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora