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JiMin se encontraba corriendo escaleras arriba, cuidando que el vaso lleno de agua que llevaba en sus manos no se le cayera o él no se tropezara mientras corría.

Después de confesarle a JungKook que él era su mascota, este quedó en shock, para luego gritarle que estaba loco, que estaba soñando y finalmente se desmayó. JiMin se asustó y por eso se encontraba corriendo con un vaso de agua hacia la habitación de su dueño.

- ¡Vamos, JungKook! ¡Despierta! - el contenido del vaso fue a parar directo a la cara del castaño.

- ¡¿Qué mierda?! - pegó un brinco despertándose desorientado.

- Por favor, JungKook, cálmate.

- ¿Qué haces tu aquí? ¿No desperté de mi sueño? ¿Estoy drogado?

- No, JungKook, no estás drogado - intentó tranquilizarlo - Sé que es difícil de creer, pero tienes que hacerlo, por favor. Soy JiMin, el cachorro que encontraste en mitad de la noche y bajo la lluvia, indefenso y muriendo de frío. Me salvaste, JungKook, y yo siempre te estaré muy agradecido - JiMin tuvo que aguantarse las ganas de abrazarlo para no incomodarlo.

- Esto tiene que ser algún tipo de broma - susurró para él mismo, pero JiMin lo oyó gracias su desarrollada audición - ¿Hiciste alguna alianza con YoonGi para gastarme esta broma de mal gusto? - preguntó ahora un poco molesto.

- No es ninguna broma. ¡Diablos! Tienes que creerme.

- Lo siento, no lo hago.

- Joder - bufó ya harto de la situación - No quería hacer esto, JungKook, pero no me dejas otra opción. Por favor no vuelvas a desmayarte - JungKook lo miró raro, fijándose como el bonito chico que tenía al frente se ponía a cuatro patas.

Su pene respondió enseguida, la pose del chico era comprometedora, su camiseta le cubría poca parte de los muslos, pero en esa posición con suerte lograba taparle el trasero. ¿El chico no traía bóxer? Mierda, JungKook, concéntrate.

JiMin apretó los ojos, volviendo a su forma animal, sacudió sus orejas y miró a JungKook.

"Sus ojos van a salirse", pensó JiMin. En cierta parte, la reacción del castaño era cómica, sus ojos más grandes de lo normal, arriba de su cama abrazando una almohada mientras retrocedía asustado.

JiMin ladró mofándose de su dueño.

- No puede ser verdad, ¡Mierda! ¡Yo sabía que el shampoo que me comí por accidente me iba a hacer mal! - JiMin ladró de nuevo, esta vez enojado.

Saltó sobre la cama, situándose encima de su dueño, gruñendo y mostrando los dientes. En serio estaba enojado.

JungKook nunca lo había visto así, ni cuando el perro de TaeMin le quitó su juguete se había enojado tanto. Pero es que era obvio, ¿no? JiMin se arriesgó con darle a conocer su secreto a JungKook, un secreto que no era precisamente fácil de tragar, eso lo entendía, pero tampoco era para reaccionar de esa forma tan idiota, ¿verdad?

JiMin bajó de la cama y volvió a transformarse, la camiseta de JungKook yacía en el suelo, así que corrió para ponérsela. Pero no fue tan rápido.

Los ojos de JungKook fueron bendecidos por su grande y redondo trasero.

Su miembro volvió a decir Hola.

- Espero que me creas ahora, JungKook. En serio me hiciste enojar - se quejó con un puchero - Puedo llegar a entender que te sientas asustado y confundido, pero es lo que es. Esto es lo que soy. Soy un híbrido.

- Yo...no sé que decir, JiMin. Esto es muy raro.

- Es igual de raro para mí, amo.

"Amo", su pene saltó. Haciendo que jadeara en voz baja. Su erección era cada vez más evidente, por lo que acomodó la almohada sobre esta para ocultarla.

DOGS, DRUGS & LOVE ❤ KOOKMIN - 국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora