Germinación

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La alarma de su celular sonaba por quinta vez, sacándolo al fin del profundo sueño en el que estaba sumergido.

Abrió sus ojos con pesar, gruñó un par de veces y dejó salir un prolongado bostezo por su boca. Su cuerpo se sentía pesado, cansado aun habiendo dormido las horas correspondientes, y el sabía o al menos intuía la razón.

En el día de ayer, después de haber pasado años sin mostrar ninguna emoción, tanto su cuerpo como su rostro expulsaron tantos sentimientos en tan poco tiempo que aquello debió producirle un desgaste mental, después de todo se pasó media vida reprimiendo dichas sensaciones, y volver a hacer algo a lo que ya no estaba acostumbrado, lo agotó.

Talló sus ojos mientras se sentaba en su cama, suspiró pesado, miró hacía la ventana de su habitación, apenas se colaban un par de rayos de sol por las cortinas, suspiró otra vez... Se quedó ahí observado a la nada, pensando en lo que ahora debía hacer.

Tweek llegó a su mente...

¿Qué debía hacer ahora...? No encontraba una respuesta lógica a esa pregunta...

Su celular volvió a sonar, alejándolo de sus enrevesados pensamientos, obligándolo a callarlo para que dejase de distraerlo, ahora no era el momento para pensar en ir a la secundaria, tenía mayores problemas que resolver antes que preocuparse por tan siquiera asistir a clases.

Tweek apareció otra vez en su cabeza, esta vez estaba sonriendo, de forma dulce y lo miraba con aquellos ojos azules que desprendían un amor inocente y puro...

¿Qué debía hacer ahora? Tomar la responsabilidad por su estupidez... Era la única opción que tenía, hacerse cargo de sus actos.

Rascó su nuca, con algo de pereza se dirigió hasta su armario; cogió su camiseta roja de mangas largas, sus jeans azul marino con un agujero auto infligido en su rodilla derecha y su chaqueta de algodón verde lima con una capucha blanca cosida por él mismo.

Tras terminar de vestirse salió de su habitación, entró al baño para hacer sus necesidades básicas y, después de haber finalizado, bajar las escaleras hasta la sala de estar.

Estando en el primer piso su pie dio con una botella de vino vacía, haciéndola rodar hasta chocar con otra de la misma marca... Suspiró...

Allí estaban otra vez, durmiendo en el sofá, su madre con otra botella medio vacía en sus manos y su padre con un vaporizador encima de su pecho, se encontraban abrazados, descansando como si no tuvieran preocupaciones...

¿Se habían peleado la noche anterior? No lo recordaba, su cabeza estuvo en otro lado durante todo el tiempo desde que volvió a su casa hasta caer por el sueño, pero, si ahora se encontraban en ese estado lo mas seguro es que habían vuelto a discutir ¿Por qué habrá sido esta vez? ¿La tapa del baño otra vez? ¿El olor de la hierba de su padre? ¿El gusto agrió del vino de su madre? De seguro sólo era otra tontería.

Se llevó una mano hasta sus cabellos para desordenarlos con cierto fastidio... ¿Cuándo fue que las cosas empezaron a ser así?

Desde el incidente de hace cinco años, mientras jugaba a los súper héroes con los chicos, parecía que todo se había solucionado para ellos, se trataban con amor, coqueteaban como un par de jóvenes promiscuos y calenturientos, parecía que se había solucionado... Y entonces, en algún punto de la historia volvieron las discusiones, las peleas por cosas de tan poca importancia.

"El amor es estar con una persona a la que quieres asesinar pero no lo haces porque la echarías de menos"

Leyó eso en algún lado y entonces cayó en cuenta de que, si el amor era algo así, de verdad sería bastante tóxico e irracional, y al ver a sus padres actuar de esa forma; siguiendo juntos a pesar de que todos los días se trataban como la mierda, le hacía dudar de que tan enfermizo era ese amor que ellos tenían.

Fragmentado (South Park)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora