Capítulo 1: Sucias Hojas.

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Algunas personas se casan por amor, o por deber. Yo en cambio, me tuve que casar como parte de un contrato. Por unos cuantos billetes mi familia firmo mi destino cuando apenas tenía 19. Unas cuantas firmas y todo de mi le pertenecía a alguien más, sin siquiera saberlo. ¿Me enoje? Por supuesto que sí, yo no había dado mi primer beso y me decían que ya le pertenecía a otra persona, porque no era ingenuo para pensar que el ese señor solo quería un matrimonio de manita sudada.

Mi frustración bajo un poco cuando comencé a creer los cuentos estúpidos de mi madre, aquellos que afirmaban que me llegaría a enamorar del señor y el de mí, llevando a una bonita relación. Oh, no saben cuánto rogué para que así fuera...

La noche antes de mi boda, encontré a mi padre llorando. Dios, hubiera deseado no hacerlo así hubiera tenido más valor. Me contó porque habían hecho todo eso. La situación de mi familia no estaba para nada bien. Mi madre había pedido préstamos en bancos, mi padre, por otra parte, a carteles de la mafia. Tenían que pagar lo más rápido posible. 

Leí el contrato por encima, era algo injusto si me preguntaran a mí pues el pago no era definitivo, los Kwon, mi familia, le tenía que devolver todo. Había algo en el que me llamo la atención, la cláusula final citaba lo siguiente: "Si el/la joven Kwon concedido desiste en algún momento del contrato, se tomaran las medidas pertinentes". Me estaban atando completamente aunque en ningún punto del documento decían explícitamente mi nombre, eso me lleno de pavor. Si no era yo, era mi hermana de 12 años ChaeRin. Al fin del caso mis padres no estaban tan locos, si lo veía de una forma fría ella estaba muy pequeña; un libro completo estaba a punto de escribirse con su nombre, aunque bueno tampoco podría hacerlo de forma adecuada si no tuviera recursos o si de pronto desparecieran mis padres.

Le di unas pequeñas palmadas en la espalda, y lo mande a dormir. Antes de irse se disculpó conmigo, y dijo que haría todo lo posible para pagar la monumental deuda. Yo me quede ahí unos cuantos minutos pensando, corrijo, atacándome con preguntas que no podía responder:
"¿Por qué yo?... ¿Qué será de mí?... ¿Dónde quedo aquello del "Tu primera vez será mágica"?... "Guarda tu primer beso para alguien especial"... ¿Es correcto?... ¿Seré feliz?"

Me llene de inseguridades. De pronto las palabras de mi madre llegaron a mi mente, creando una fugaz ilusión, una muy estúpida. "En el mejor de los casos tendré una familia feliz, en el peor solo tendré que fingir ¿No?". Cuanto me había equivocado.

 Cuanto me había equivocado

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¿Que les parece el inicio?

¿Que le esperara a nuestro amado GD?

:) 

Besos 

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