Utilicen las imágenes como apoyo para no perderse. El capitulo es algo extenso.
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En la mañana siguiente un trabajador de Yang me llevo algunos papeles y unas llaves, necesarios para ejecutar el plan.
Busque en mi maleta algo de ropa para verme casual pero al no encontrar algo que satisficiere mis gustos escogí algo cómodo y lo deje en la cama, prometiéndome a mí mismo ir a comprar algo para vestirme como aquel show ameritaba.
Me bañe, tratando de despejar mi mente. Al parecer funciono pues tenía la mente en blanco, actuando en automático. Salí del hotel a las 9:30 de la mañana. Camine tranquilo por la acera. Me detuve en la parada de autobuses y tome el que me dejara más cerca del barrio donde vivía Kim.
No era la primera vez que tenía que actuar como un civil, pero no era de mi agrado hacerlo.
La sociedad a veces es demasiado superficial, encerrando en una burbuja inflada todo lo que un grupo específico de personas denominaba "bien" creando personas prejuiciosas bajo el yugo de vagos conceptos. Lo que no cabía en su definición lo tachaban de "malo", causándome algo de conflicto, ya que cuando clasificaban las cosas dentro de esta categoría olvidaban las cosas más asquerosas y viles que había visto en mi corta vida.
No me gustaba involucrarme con civiles porque yo no tenía la vida "normal" de ellos y ellos no estaban tan corrompidos y rotos como yo. Sin embargo ahí me encontraba, actuando para tratar de hacer algo por Jiyong, un pequeño civil.
Baje del bus en una tienda que no estaba muy lejos de la residencia de Kim. Compre algo para hacer una comida simple. No tenía que olvidar mi función en esa casa, la cual era hacerle la comida a Kim, tarea que no me acababa de convencer pero tenía que ser un gran actor y seguir mi papel al pie de la letra. También compre algunas frutas picadas para mi deleite. No sabía cuál era el promedio de gastos de aquella casa así que ese día era más de reconocimiento que de otra cosa. Me coloque mis auriculares para ambientar mi caminar durante el resto del camino
En un semáforo una pequeña niña me jalo el saco atrayendo mi atención. Su madre avergonzada me dijo algo que no alcance a escuchar por la música. Me quite un auricular. Voltee a ver la luz roja y después a la niña. La pequeña extendió su mano desocupada, regalándome una flor. Mire a su madre y ella asintió permitiéndome tomarla. La niña sonrió con inocencia ajena a la impureza del mundo. Aquello me arranco una sonrisa de ternura.
- Oppa, así te ves más guapo- Sus torpes palabras solo hacían más linda la situación, mientras que su madre se ponía roja, la niña solo reía como si no acabara de decir esa frase.
El semáforo se puso en verde. La señora se despidió con una reverencia llevándose a la pequeña casi corriendo. Yo correspondí mecánicamente.
Instintivamente revise la flor buscando micrófonos, localizadores o algún diminuto aparato electrónico. No había nada, solo era una creación de la naturaleza
"Los niños son tan inocentes" pensé caminando el último tramo que faltaba.
Llegue a la residencia de Kim. Abrí con las llaves que me habían entregado, me adentre en la casa viendo lo desacomodada que estaba la sala en la que había estado la noche anterior.
Me quite los audífonos como pude, tratando de escuchar algún ruido.
-¿Hola? - pregunte al aire sin recibir respuesta. Baje mi mirada al desorden. Tranquilizándome un poco ya que el cuerpo de Jiyong no estaba ahí tirado y eso era un buen indicio pues cuando paso lo de Dae, a Kim no le había importado dejarlo a mitad de la calle después de propinarle la golpiza de su vida.
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Me encanta hablarme de ti
RomantikAlgunas personas se casan por amor o por deber. Yo en cambio me tuve que casar como parte de un contrato. Mi frustración bajo cuando comencé a creer los cuentos de mi madre, aquellos que afirmaban que me llegaría a enamorar del señor y el de mí, lle...