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Hola, aqui les traigo la tercera parte de esta historia.  Por un mundo mas Shikaino


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Dejó escapar un gentil suspiro al aire mientras con su celestina mirada contemplaba nostálgica la pequeña fotografía junto a ella; en la imagen se podían ver cuatro personas, sus rostros brillaban en una genuina sonrisa: Detrás de ellos se podía visualizar el rostro alegre de Asuma con su infaltable cigarrillo en la boca, al frente en el extremo izquierdo Chouji, en medio sonriente al igual que su sensei Shikamaru y a la derecha del Nara ella, Ino ¡Dios como extrañaba los viejos tiempo! Pasar todos los días con ellos, entrenando, haciendo misiones o simplemente comiendo en Barbacoa Q. Si, tenía que admitirlo que al principio no había estado muy conforme con el equipo que le habían asignado pero con el tiempo llegó a conocerlos y a descubrir en ellos verdaderos amigos. Ahora no quería dejarlos ir y por eso era que Ino atesoraba cada día que pasaban juntos, cada momento, hora, minuto y segundo en compañía de los dos muchachos.

Dejó reposar su rostro en la palma de sus manos, apoyando los codos en el frío mostrador mientras que observaba aburrida el lugar, como siempre tan alegre y colorido. Las distintas flores proporcionaban una viste realmente muy bonita y el aroma que se desprendía de los distintos brotes llenaba el ambiente de una agradable sensación de frescura y tranquilidad. El día había transcurrido lento y sin mucho que hacer, no habían ingresado muchos clientes por lo que la rubia no había tenido demasiado trabajo más que darle agua a las plantas y acomodar algún que otro ramo. Pero entonces algo la distrajo de sus pensamientos, el tintineo de la campana de entrada le informaba que alguien había ingresado a la tienda. Ino se volteó saludando cordialmente a la persona en cuestión pero cuando vio de quien se trataba se sorprendió.

—¿Sakura?

—¡Oh Hola Ino! —saludó sin prestar demasiada atención a la rubia, su mirada se concentraba entre las tantas flores en busca de la deseada.

—¿Qué buscas?

La pelirrosa le sonrió alegre mientras que con la otra mano seguía buscando entre flores, hojas y ramas aquello que tanto quería.

—Un narciso.

Y ante la respuesta de su amiga no pudo evitar sonreír, aquella flor le evocaba antiguos recuerdos, momentos donde ellas no eran amigas sino rivales; por el mismo chico, Sasuke. Que tonta había sido, pero por su lado Sakura tampoco había cedido y es que a veces ambas podían ser demasiado tercas.

—Un narciso... —repitió las palabras de la chica.

—Eso dije —respondió mirándola extrañada pero cuando notó la mirada soñadora de su amiga comprendió que era aquello que Ino estaba recordando y con cariño le sonrío serenamente. Había extrañado demasiado su amistad.

—¿Y para qué quieres un narciso frente de marquesina?.

—¡No me digas frente de marquesina, cerda! —pero la mirada de enfado de la chica desapareció al instante transformando sus delicadas facciones en una amplia sonrisa, Ino pudo ver la dicha detrás de ese gesto. No sabía que era pero estaba segura de que su amiga estaba muy feliz y por tanto no podía sino alegrarse por ella. Hacía demasiado que la pelirrosa no se mostraba así—. ¿Sabes qué Ino? —la voz le temblaba de tanta alegría contenida—. ¡Sasuke regresó!

—¿Sasuke?.

En ese momento sintió el tiempo detenerse, como si el mundo dejase de girar ante la simple y sutil mención del nombre del Uchiha. No supo reaccionar, no supo que sintió en ese instante, procesar la información de semejante noticia no le resultaba fácil y menos ahora que acababa de recuperar a su amiga. Pero aunque ella se había dicho todos los días que Sasuke no había sido más que un capricho infantil ahora no podía evitar sentirse confundida y completamente anonadada.

Sentimientos OcultosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora