Brillo en ambos Ojos

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-No lo hagas Murphy.-dijo Diez mil.

-Ahora me llevaré a la chica azul y os dejaré a esta aquí a salvo, ¿de acuerdo?-dijo el hombre que me tenía cogida, Warren aceptó. ¿Que mierdas hacía? El hombre le dijo a Lucy que se metiera en el coche y esta lo tuvo que hacer para que no me pasase nada, derrepente el hombre me empujó pero me dió una descarga haciendo que cayera al suelo con una quemadura en el cuello.
Cuando arrancó el coche me levanté y le cogí el francotirador a Diez mil, entonces apunté a la cabeza de ese hombre y disparé. A lo lejos se vió como el coche se estrelló.

-¿Porqué has echo eso Roberta?¿Querías que mi hija muriese e-e-en las manos de un estúpido científico?

-Lo he echo por algo Murphy,-dijo señalando al coche.-ya veo que Moon tiene mucha puntería.

-Cuando una amiga está en problemas sí.-le di el franco a Diez mil y salí corriendo hacia Lucy.

-¿Qué pasa chico?¿Alguien tiene mejor puntería que tú he?-dijo Doc dándole un pequeño golpe en el brazo.

-Será mejor que cierres la boca si no quieres que se te caiga la baba.-dijo la Sargento riendo.

***

No se cómo, ni cuando pasó, pero Warren estaba subida a una especie de antena con una luz roja en la cima y con un pequeño grupo de Zetas esperandole abajo.
Me subí a un coche y grité.

-¡He, aquí!¡Estoy aquí!-le dije a los Zetas, cuando giraron eché a correr hacía la trampa donde los demás les dispararian a los Zetas, al llegar sólo escuché disparos y cuando mis oídos volvieron a escuchar oí mi agitada respiración y las preguntas de si ¿Estas bien?¿Te han mordido?¡Hostia está sangrando! Espera... ¿Hostia está sangrando? Eso no era una pregunta, era una afirmación.
Cuando toqué mi cara sentí que la mejilla que anteriormente me había curado Diez mil estaba sangrando y la herida ahora era más profunda que antes.
Sentí las miradas un poco preocupadas de los demás.

-No pasa nada, sólo es sangre.-limpié un poco mi mejilla.

-Ahí hacen falta puntos Moon.-dijo la Sargento.-te lo tengo que curar, hay aguja e hilo para curarte.-la Sargento cuando acabó de curarme me dió un caramelo que tenía por no haber chillado, y cuando llegaron los demás seguimos con nuestra caminata hacía el Este, si, al final íbamos al Este por una visión que tuvo desde que salió de un sitio llamado Zona.

***

-Ya basta Diugh, déjale.-me levanté y le intenté pegar.

-No me hagas matar al viejo, niña gilipollas.-me dio una hostia y caí al suelo, Diez mil me abrazó.-No, ¿sabes? lo voy a matar.-se giró y le disparó en la cabeza, yo me puse a llorar.-Y ahora voy a por ese.-señaló a Diez mil.

-No, no, no basta porfavor matame a mí pero dejalos en paz porfavor, yo soy la que debe pagar, no ellos.-dije llorando.

-Ya es demasiado tarde para pedir perdón ¿No crees Moon?-rió.-ahora mira.-apuntó a Diez mil al pecho y disparó. Mis oídos pitaban.

-¡¡¡Noooo!!! ¡¡Él no, hijo de puta!!-me acerqué a Diez mil mientras yo lloraba, estaba en el suelo desangrandose. Le abracé.

-Tranquila, estoy bien...-dijo Diez mil y me acarició el pelo.-Te quiero Moon...-Diez mil me besó dulcemente antes de morir.
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Abrí los ojos rápidamente, todo había sido sólo una pesadilla. Saliendo del Jeep vi a Doc y le abracé fuertemente, este se quedó asombrado y cuando vi a Diez mil hice lo mismo, pero le di un beso en la mejilla antes de abrazarle.

-¿A que vienen esos abrazos?-dijo Warren. Los demás miraban con interés.

-És una larga historia.-respondí.

***

-¿Con que Diez mil no?

-¿Qué?-hice una mueca, ni la entendía.

-Shh, les vas a despertar.-comprobó si alguien se había despertado, nadie lo había echo.-No me digas que después de ese abrazo y ese beso en la mejilla, no te gusta.-se giró en el asiento del copiloto para mirarme.

-Que imaginación tienes Lucy.-puse mi mano en el volante.

-¿Quieres que se lo diga?¿Le pregunto si quiere salir contigo?-dijo casi susurrando para que sólo la oyera yo.

-No, no, no cállate he. Si yo quisiera salir con él se lo pediría yo, y antes de que lo digas, no, no me gusta.-miré por la ventana y vi a un pequeño rebaño de Zetarados. Me levanté del asiento con mi arma.-Chicos, chicos despertar, Zetarados a la vista.-los moví a todos para que despertasen.

***

Finalmente los matamos y seguimos con nuestro camino, ya que habían más que antes, pero no nos habían visto. Lucy y yo no descansamos por culpa de los Zetas, que ahora invadian la caravana. Caminamos durante horas hasta que finalmente lo empecé a ver todo negro, cuando me desperté ya habíamos salido de aquella autopista y estaba en los brazos de Diez mil.

-¿Qué ha pasado?-le dije.

-Te has desmayado del cansancio. ¿Estás mejor?-en su rostro noté preocupación.

-Si, gracias.-le sonreí y me devolvió la sonrisa.

-¡Estas despierta!-dijo Lucy dándome la mano.-¿Me la puedes bajar ya para poder darle un abrazo?-dijo impaciente a Diez mil.

-Claro...-no sonó muy convencido pero me bajo con cuidado por si caía, colocándome una mano en la espalda me sonrió.
Lucy me abrazó con todas sus fuerzas, y cuando él estubo lejos de nosotras.

-¿Estás segura de que no te gusta?

-A ver, aún no lo conozco del todo así que no te lo puedo confirmar.

-Noto en vuestros ojos amor, hay brillo en ambos ojos y en los suyos es como si, volviese a tener ilusión y emoción, desde que perdió a Roja no lo había visto así.-pensé unos segundos.

-¿Quien es Roja?

-Su antigua novia, cuando la encontramos ya era demasiado tarde.-me quedé callada.

-Chicos, nuestro nuevo transporte está en ese rancho.-cuando miré hacia el sitio que Warren señaló, vi a unos cuantos vaqueros ensillando a sus caballos.
¿¡Caballos!? ¡Me encantan los caballos! De echo concursé en muchas competiciones.
Nos acercamos y nos dijeron que también iban al Este, cuando nos dieron los caballos que llevaríamos sólo tenían cinco de más y como éramos siete Lucy tuvo que ir con Warren y Diez mil conmigo, yo llevaba al caballo.


















♥♥♥♥

Un amor apocalíptico I {COMPLETADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora