Un amor apocalíptico I {COMPLETADA}

Diez mil & Moon

Nos querían llevar al sótano, ya que no sabían que habían Zetas, era un pasillo muy estrecho.
Los que hicieron que Diez mil me desnudase iban primeros, y después de ellos iban los "barberos". Tenía a Diez mil detrás y al parecer el estúpido de Murphy se tropezó y Diez mil se pegó a mí demasiado por culpa de este, notaba su miembro, me incomodaba un poco pero me gustaba.

-Perdón.-se disculpó este.

-No pasa nada, estoy bien así...-dije un poco coqueta, ya estoy harta de ser tímida, si lo quiero para mi tengo que perder la vergüenza, se que la Sargento Lili está sintiendo algo por él y últimamente están muy juntos pero, yo lo amo demasiado para que se me escape.

-Yo también...-me sonrió y nos pusimos un poco rojos.

Cuando abrieron la puerta los Zetas salieron y se comieron a los primeros, Diez mil me cogió la mano y me sacó de allí y justo cuando un Zeta me iba a morder lo empujó y me salvó.

-Gracias...-dije un poco asustada.

-De nada, no quería que te pasara nada.-le sonreí y me devolvió la sonrisa, aún me cogía la mano.
Se escucharon un montón de disparos de metralleta y nos quedamos mirando unos segundos hasta que los "barberos" salieron llenos de sangre, al parecer habían matado a todos los Zetas.
Cuando nos estaban apuntando con las armas para matarnos, la puerta estalló y los mató.

-Lo que les había protegido durante todo este tiempo, les ha acabado matando...-entró Skeezy por la puerta y se empezó a reír.

-¡Skeezy!-dijo Sketchy.-Sabía que volverias amigo.

-¿Lo teníais todo planeado?-preguntó Doc intrigado.

-Claro que si mi querido amigo.

-Mirad chicos,-dije señalando hacia afuera.-ya a pasado la tormenta.

-Hay que irse, vosotros dos ¿vais a venir con nosotros?-preguntó Lili.

-No, nos quedaremos aquí.-dije dándoles la ropa a cada uno, recién vestida salí corriendo de allí con los demás siguiéndome, corrimos hasta llegar a una carretera en la que estaba Warren esperando.
Ella, al vernos empezó a andar hacia el horizonte y los demás la seguimos.

***

Paramos en un lago para pasar la noche, ya que no encontramos ninguna casa. Doc estaba haciendo fuego para hacer la cena y entrar en calor, mientras anochecía Diez mil y yo íbamos por el lago para vigilar que no hubieran Zetas o, aún peor, humanos. Al ver que el perímetro estaba despejado volvimos.
Como aún no me había echo a la idea de que Lucy ya no estaba, cuando acabé de cenar fui a dar un paseo para despejarme y llorar tranquila, llegué al muelle del lago y me quedé observándolo. Lágrimas salieron de mis ojos al recordarle.

- ¿Estás bien?- la voz de Diez mil se hizo presente detrás de mí.

- Si...- dije rápidamente mientras me quitaba las lágrimas y me giraba a mirarlo.- Tan solo estaba mirando el lago y pensando en mis cosas.- reí melancólicamente, 10K se sentó a mi lado y miró al lago para después centrar su atención en mí.

- ¿Alguna vez te has bañado por la noche?- preguntó animado.

- ¿En un lago? No, ni de coña me da miedo.- reí mirándolo.

- Vamos yo estaré ahí, contigo.- posó su mano sobre la mía y me miró a los ojos.- Te lo pasarás bien, puedes confiar en mí ¿Lo sabes?- 10K se puso serio.

Dudé en responderle por el pánico que le tenía al agua, después de tanto tiempo sin haberme metido en el agua del mar, del río o de un lago creció ese miedo en mí.

- Confío en ti.- le dediqué mi más sincera sonrisa y me la devolvió dándome un corto beso en los labios.

Diez mil se levantó y comenzó a quitarse la ropa hasta quedarse en calzoncillos, me tendió la mano y me levantó, comencé a quitarme el vestido, las botas y los calcetines y me quedé en ropa interior.

- ¿No te irás a meter con la ropa interior no?- preguntó él. Fruncí el ceño.

- Tu solo quieres verme desnuda, ¿O me equivoco pillín?

- Puede que te quiera ver desnuda pero, lo que más quiero ahora es regalarte un momento inolvidable.- se acercó a mí y me volvió a besar.- Yo ya voy en desventaja, ¡No llevó sujetador!- bromeó tapándose los pezones y reímos ante su gesto, pero hice como si me lo hubiera tomado en serio y me quité el bra, él al ver mi gesto se sonrojó y miró hacia otro lado.

- ¿No querías que me lo quitase?- me acerqué a él y puse mis manos en sus bíceps, acariciándolos. 10K me miró y nos quedamos viendo un rato.

- ¿Vamos al agua?- preguntó nervioso.

- Sí, pero antes hay que deshacernos de la último que nos queda.- Diez mil asintió y nos quitamos la última prenda el uno al otro sin mirar hacia otro lado más que a nuestros ojos.

Diez mil me cogió de la mano y nos tiramos al agua, sentí como la frescura de esta recorría mi cuerpo.

Narrador

Cuando los dos muchachos salieron a la superficie se miraron y sintieron el frío del agua recorrer sus cuerpos, el muchacho al ver a la chica tiritar la abrazó, ella al principio se notó extraña pero correspondió el abrazo de su acompañante. Todo se sentía tan bien, por un momento se habían olvidado de los Zetas y de la mierda en la que se había convertido el mundo, tan solo podían prestarle atención al otro, la muchacha se separó de él para mirarlo directamente a esos ojos azules tan humildes del chico.

- ¿Porque me ayudas tanto?- preguntó Moon en un susurro. Al ver como 10K no entendía su pregunta sonrió y volvió a abrazarlo.- A lo que me refiero es que siempre estás ahí para protegerme de cualquier amenaza, siempre me ayudas en todo y si estoy mal psicológicamente me das todo tu apoyo... Te quiero Diez mil...- el muchacho atónito no supo que hacer en ese instante, pero segundos después la separó unos centímetros, le miró a sus preciosos e imponentes ojos esmeralda y la besó, la besó como nunca le había hecho antes a nadie, incluida roja.

- Te quiero Moon...- ella sonrió y lo volvió a besar, un beso sin prisas, de esos tan románticos que hasta parecen de película.

La muchacha dirigió sus labios al cuello de este y empezó a succionar esa parte tan sensible que está justo al lado izquierdo de la yugular y le hizo esa marca que, alguna vez en la vida todos hemos dado o recibido. El chico gruñó y le hizo lo mismo a ella, succionó el mismo lado y, justo antes de separarse le dio un pequeño mordisco, ella al sentir eso gimió y enrolló sus piernas alrededor de las caderas de 10K, acto seguido comenzó a darle besos por todo el cuello hasta llegar al pecho, allí volvió a hacer otra marca.

Cuando las cosas se empezaron a calentar más de la cuenta decidieron parar ya que no tenían anticonceptivos, para que nos vamos ha engañar, tener una relación en el apocalipsis no requería tiempo para hacer el amor. Diez mil se dirigió a la orilla del lago mientras aún cargaba a Moon en sus caderas y salió del agua con la chica. Subieron al muelle y se tumbaron el uno al lado del otro, la chica colocó su cabeza en el pecho del muchacho y cerró sus ojos, pensando en si esto era realidad o tan solo un sueño, el muchacho comenzó a contar los lunares y las pecas de la muchacha, se dio cuenta que en el lado derecho de su espalda los lunares y las pecas de Moon hacían una constelación.
Este momento a los dos les sentó como gloria y se sintieron como dos rayos de sol en medio del caos de la tormenta.

Toda esa noche la guardarían en sus memorias hasta el último instante de ellos sobre la faz de este maldito caos.