SEIS

639 94 8
                                    

"They might hate you, but I love you, and they can go kill themselves"

JinHwan era un chico lindo, no exactamente del tipo masculino. Rayaba más en los ideales femeninos con su cuerpo pequeño. Pero era bonito, adorable con ese lunar en forma de corazón que parecía remarcarlo como toda una belleza de lo delicado. Y él estaba consciente de eso, por lo que se observaba en el espejo, desnudo, con su pene colgando y absolutamente plano en el pecho ¿Podría ser una chica linda? Se mordía los labios pensando en su imagen con un vestido, maquillaje, y toda esa producción digna de una preciosa mujer. –pero el hecho de ser un hombre no le molestaba del todo, aceptaba que todo componía una sensualidad del tipo sucia, pues se veía menor de edad, casi como un niño ¿Qué depravados conseguiría?

— ¿Acaso me has estado observando? — se atrevió a preguntarle a un maestro.

Por ese tiempo estaba seguro de que le gustaba meterse cosas por el trasero, y solo faltaba una presa que le quitara esa detestable virginidad.

— ¿De qué está hablando? — el profesor frunció el ceño.

JinHwan sonrió de lado y asegurándose de que nadie venía hacia el salón. Saco de su mochila una peluca larga de cabello rubio. Había sido una de sus adquisiciones más preciadas, dando así una idea de su futuro. Se la coloca para ahora mostrarse de una manera distinta a su maestro.

— ¿No le gusto? He notado que me mira de una manera distinta. — dio unos cuantos pasos hasta el escritorio sentándose en esta.

El maestro abrió mucho los ojos, asombrado y sin dudarlo beso a un joven JinHwan que no coloco resistencia.

De esa manera JinHwan se redescubrió como la personalización de los fetiches más oscuros de los hombres serios. También perdió su virginidad de una manera dolorosa. Su profesor lo clasifico como un chico que no era virgen ¿Esa clase de personas eran puras al nacer? O algo así iba su ideología. Pues sin aviso alguno se introdujo, así, sin una preparación previa, solo metió su miembro secamente dejando a JinHwan llorando por lo que sentía y ahorcándolo para que se callara. Había sido una tortura mientras su cuerpo era empujado en el escritorio frio que rechinaba ruidosamente "Debo poner mis reglas al hacer esto" fue su conclusión cuando se encontró sangrando. Además de asustado ¿Por qué había sido tan horrible? El mismo se sentía preparado luego de haberse entrenado de alguna manera. Más eso no lo detuvo en su nuevo estilo de vida.

Además el maestro le puso la nota más alta de la clase.

JinHwan se pervirtió, creo de él mismo uno de los monstruos que la gente teme. Era una representación de la revolución sexual mostrándose sin vergüenza con vestido y tacones. Detestable, pero precioso en su promiscuidad ¿Estaba mal? Los hombres le buscan en la desesperación de no complacerse totalmente en su aburrida monotonía, y JinHwan les ofrecía un poco de cariño, curvas delicadas y miradas lascivas perfectas ¿Qué tan enfermo era? El dinero de distintos hombres, la riqueza gastada en tacones que lo hacían enloquecer. El cuerpo invadido por distintas manos, cuadros de artistas distintos dibujados en los moretes, rasguños, múltiples autores expresándose en un lienzo manchado.

— Jin, lo dejare todo por ti.

Al terminar el acto sexual, aquel hombre se dejó caer a un costado de JinHwan citando una frase que dejo al pequeño travieso helado.

— ¿A qué te refieres?

—Yo no amo a mi esposa... solo te necesito a ti —acerco su mano al rostro sudoroso de JinHwan. Este se apartó.

—Yo solo hago esto por placer ¿Comprendes? No eres el único.

— ¡Puedo sacarte de esta vida de mierda!

AberraciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora