Barreras De Amor (Taylor And Jacob)

Capítulo 6

Taylor

Disfrute ver su cara de asombro, estaba claro que lo último que esperaba era que le diera a la bola, que equivocado estaba el pobre.

Me había enterado esta mañana de que había vacantes para entrar al equipo de la escuela; al fin algo bueno me había pasado después de tantas cosas malas en estos días.

Todos se habían quedado estupefactos  ante lo que vieron, como si fuera algo del otro mundo que una chica jugara así; Jacob me miraba espantado, como si tuviera su peor pesadilla delante de sus ojos.

Lo que más me daba risa, era que él estaba tan seguro que ganaría la apuesta, que acepto.

-Vamos Jacob es hora - le dije con un tono de burla, mientras sus amigos se reían.

-No molestes – contesto el, con una cara de enojo y odio hacia mí.

-Demuestra que eres hombre y cumple. – yo como siempre de provocadora.

-Vamos que ya quiero acabar con esto – dijo el pobre, bueno no tenía más remedio que cumplir con lo prometido.

Cuando llegamos a la piscina me eche a reír, la verdad que este era mi mejor día en la secundaria, no me podía quejar, así mismo como no podía parar de reír. Llego el momento más esperado por todos, Jacob se lanzaría a la piscina y yo me cobraría todo lo que me hizo, le dije que no se metiere con Taylor Adams, pero no me escucho.

-Jacob la venganza es dulce – le grite con una voz picarona- a la cuenta de tres te tiras, 1,2 ,3.

-Me la pagaras Taylor – la verdad que él estaba enojado, pero me importaba un cacahuete.

-Que conste que te lo advertí, no es mi culpa que no hicieras caso, por primera vez quiero escuchar mi hermoso nombre en tu boca.

Antes de que Jacob empezara hablar saque mi teléfono, sin que se diera cuenta, quería grabar ese momento, al fin tendría algo para torturarlo.

Taylor Adams es la mejor – el imbécil estaba muriendo de vergüenza y yo de buena lo ayudaba, mientras todos se burlaban.

- No te escucho, podrías hablar más alto, gracias – la verdad que ya me dolía el estómago de tanto reírme, pero ese dolor me gustaba.

Taylor Adams es la mejor – volvió a gritar, el perrito arrepentido.

Jacob se dio cuenta de que lo estaba grabando y yo de estúpida estaba en la orilla de la piscina muy distraída, hasta que el muy imbécil me tiro del brazo haciendo que callera a la piscina y quedando en ridículo nuevamente delante de todos incluyendo al entrenador.

-Te dije que no se quedaría asi – me dijo el muy estúpido.