31. La boda -Larry / Ziam-(Terminada)

VI

Los Malik finalmente aceptaron la invitación de sus consuegros y se quedaron un tiempo más, en el cual Louis se instaló en la habitación de Liam junto a la de Harry.

Cada día tenían noticias de los recién casados, que disfrutaban plenamente de su romántica luna de miel mientras los Styles seguían con sus vidas.

Los padres de Louis junto a su hermana pequeña se dedicaron a visitar la ciudad, mientras éste solo vivía por y para intentar conquistar a Harry.

El ojiazul se pasó los primeros días durmiendo la mañana mientras el ojiverde estaba en la Universidad y cuando este regresaba, le enviaba miradas, sonrisas y le lanzaba comentarios hacia su persona que lo dejaban boquiabierto.

La verdad era que Harry estaba encantado de que por fin que algún chico se fijase en él pues estaba harto de que solo las chicas le entrasen pues aunque le caían bien, las mujeres no eran su tipo.

La cosa se puso más tensa cuando un día Louis entró en el baño y no se dio cuenta que este ya estaba ocupado por el rizado, el cual apartó la cortina de la ducha para cogerse la toalla y se lo encontró.

—Oh por favor...¿Acaso quieres matarme cariño?.

—¿Qu-qué haces aquí?, ¿no has visto que e-estaba duchandome?—dijo el ojiverde entre molesto y sonrojado mientras buscaba algo para taparse.

—La puerta estaba abierta, tranquilo no tienes de que avergonzarte. Tienes un cuerpo realmente hermoso y al natural es muchísimo mejor.

—Por favor... ¿puedes salir y dejar que me vista?.

De repente el ojiazul se le acercó más mientras no dejaba de mirarlo fijamente, haciendo que a Harry le temblaran las piernas.

—Po-Por favor sal-salte p-para que pue-pueda v...

Louis se mordió el labio y camino otros dos pasos más hasta que entre ellos dos solo existía la toalla que cubría la parte baja del cuerpo del rizado.

—¿Y si no quiero irme?—le susurró Louis cerca de la boca haciendo que este soltase un leve gemido pues su polla se estaba despertando y amenazaba con empalmarse.

—Lou-Louis por fa-favor—dijo de nuevo Harry en un suspiro tras sentir la mano de Louis en su espalda.

—Eres hermoso y te deseo, jamás había visto una criatura más perfecta que tú—dijo el ojiazul acariciándole la  espalda mientras le hablaba rozando su boca contra la entreabierta de este.

Harry ya no podía decir nada, solo soltó un erótico jadeo ante la proximidad de su polla y el cuerpo de Louis el cual ya hacía rato que estaba caliente.

Louis deseaba besarlo y follarlo allí mismo y Harry no sabía cuanto deseaba que lo hiciese hasta ese instante, ya no era dueño de su control y solo jadeaba ante la sensación de su cuerpo rindiéndose ante la atracción y el deseo que sentía.

—Voy a besarte...no puedo aguantarme más precioso.—dijo el ojiazul.

Harry cerró los ojos y esperó el beso con ansia pero este no llegó pues una voz tras ellos los sobresaltó, rompiendo la magia del momento.

—¿Qué hacéis aquí los dos encerrados?—dijo Sam tras haber abierto la puerta y encontrarse con la escena.

Louis desapareció rápidamente y Harry se quedó allí parado y agarrado a la toalla, mientras intentaba que su corazón y su respiración volviesen a su compás normal.

Tras ese momento ya nada volvió a ser igual pues Harry no podía mirarlo a la cara sin sonrojarse y Louis parecía haberse arrepentido pues de repente dejó su lado conquistador y actuaba tan sonrojado y avergonzado como lo estaba el rizado.