VIII

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-No...No...alejate Harry y d-deja que me vaya. Y-Yo no soy b-bueno para ti y esto ya hace rato que pa-pasó de ser un juego.-Dijo Louis rompiendo el beso y apartándose.

-¿De qué juego estás hablando?, ¿Acaso tu flirteo era solo eso?, No te gusto y solo querías divertirte ¿verdad?-dijo Harry algo dolido pero satisfecho pues creía haber desenmascarado al ojiazul y ganado su apuesta con Niall.

Aunque inesperadamente el mayor negó con la cabeza.

-No Harry yo no estaba ni estoy jugando. Claro que me gustas, ¿cómo no vas a hacerlo?, tú eres muy atractivo y guapo, tienes unos ojos preciosos y unos labios increíbles.... Eres bueno y buen estudiante responsable y buena persona, lo tienes todo.

-Wow-exclamó el rizado sentándose en la cama de Liam-Todo eso soy yo. Entonces es verdad sientes algo por mí como dice Niall. Pe-Pero e-entonces no lo entiendo...

-¿Q-Qué es lo no e-entiendes Harry?.

-No entiendo, porqué has estado tan distante desde lo del baño, me has evitado y ni has vuelto a intentar besarme de nuevo. Y mucho menos entiendo que quieras irte.-dijo el ojiverde entristecido.

Louis suspiró y al ver a Harry tan decaído se acercó y se sentó a su lado.

-No quiero irme sino que debo irme-dijo cogiéndole una de sus manos. Harry...yo estoy acostumbrado a hacer lo que me da la gana y tomar lo que se me da sin compromiso pero contigo es diferente, tú eres diferente.

El rizado entonces lo miró fijamente.

-¿Quieres decir que te vas para no lastimarme?, ¿para que no sufra si sigues aquí y pasa algo entre nosotros?, Temes que me enamore de ti y para ti solo sea un simple pasatiempo, ¿es eso?.

Ahora fue Louis el que sonrió.

-Es todo lo contrario a lo que has dicho Harry. Debo irme porque no quiero que lo que tú me haces sentir vaya a más. Temo ser yo el que acabe perdidamente enamorado de ti y tu me uses a tu antojo. Me da miedo acostumbrarme a ti y luego te des cuenta que no soy nada. Que soy poca cosa para ti y acabe con el corazón destrozado.

Harry estaba asombrado pues no se imaginaba para nada que Louis fuese tan sensible y tan vulnerable, pues lo creía un conquistador nato y un tipo acostumbrado a antojarse y follarse a cualquiera, incapaz de enamorarse de nadie.

-¿En que piensas?-volvió a hablar Louis ante el largo silencio que se formó.

-Pensaba en que me tendré que comprarme una nueva Play Station.

Louis frunció el ceño pues no entendía nada.

El rizado entonces se acercó la mano de este, que aún estaban unidas y le besó el dorso tiernamente.

-Me gustas muchísimo Louis y no pienso para nada que seas poca cosa... Por favor no te vayas.

Louis sintió que su corazón le daba un vuelco pues el ojiverde era lo que había estado buscado, estaba feliz y con su otra mano acarició suavemente la mejilla del rizado.

De nuevo volvieron a besarse, primero con besos tímidos y sin prisas que poco a poco tornaron más profundo y salvajes.

Estaban muy calientes y deseosos de sentir sus cuerpos fundidos en uno, así que fueron desprendiéndose de la ropa, la cual estaba siendo arrojada al suelo sin contemplaciones, ni remordimientos.

Harry jadeaba y suspiraba enloquecido por el tacto del ojiazul, mientras sentía su miembro palpitar necesitado de atención.

Louis besaba con ganas el desnudo torso del rizado, mordiendo cada centímetro de su suave y delicada piel, luego se deslizó por este hasta llegar al maravilloso jardín de locura, que tenía este entre sus piernas.

El ojiverde las abrió y éste besó el interior de sus muslos, luego le agarró su polla y se la metió entera en la boca, chupandóla y lamiéndola, mientras causaba estragos en Harry, el cual se retorcía de placer, agarrándose a los barrotes del cabecero, de la cama de su hermano.

Louis entonces lo hizo girar y le alzó el trasero poniéndole un cojín debajo, buscando su entrada, esta era rosadita y estaba deseosa de atención, así que chupó uno de sus dedos y lo introdujo poco a poco entre chillidos y jadeos del rizado.

Pronto sus quejidos se convirtieron en suspiros de placer pues el ojiazul comenzó a meter y sacar el dedo del interior del menor.

Poco después introdujo un segundo dedo, metiéndolos y sacándolos en forma de tijera, provocándole un inmenso placer.

Después de unos besos por la espalda y roces por toda esta con su cuerpo, Louis se puso un condón y se colocó encima del rizado, le abrió las nalgas e introdujo su polla en la dilatada y más que lubricada entrada.

-Aaayy Lou-Louis me due-le, eres enor-enorme.

-Sssshhhh... tranquilo pequeño, pronto será placentero.

Louis esperó a que éste se adaptase a su grosor y cuando se calmó, empezó un vaivén de estocadas que sumían a los dos en un inmenso placer.

Finalmente Louis sintió pronto el clímax así que salió de Harry y volvió a hacerlo girar pues quería verle la cara cuando este se corriese.

Tras bombearsela unas cuantas veces, el rizado se corrió en la mano de éste, luego cogió su propia polla, se sacó el condón y empezó a masturbarse, corriendose por fin minutos después, en el caliente muslo del ojiverde.





31. La boda -Larry / Ziam-(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora