Love Me [María Reynolds Fic]

-Diez-

Tocaron la puerta con fuerza esperando respuestas —Disculpe señor, aveces la señorita se tarda en darse los baños— Contesto y volvió a tocar con fuerza —María, tienes clientes esperando, apurate a salir—

Esperaban impacientes afuera, hasta que a James se le acabo la paciencia, saco las llaves y abrió la puerta del baño de la habitación —¡María! Te e dicho que...—

La escena que encontró le impactó tanto, no sabia ni como reaccionar ante tal situación.

Era María, en aquella tina con un baño típico de espuma, pero algo andaba mal, la espuma era rosada y de los brazos de la chica goteaba sangre.

James la saco de la bañera y fue a revisarla, sus brazos no eran los unicos cortados.

Tenía cortes profundos en las piernas, en sus brazos y medio pecho cortado, todo indicaba un suicidio inmediato.

James tuvo que llamar a una ambulancia para que se llevaran a María a urgencias.

Este estaba nervioso, no porque María ahora estuviese en un estado crítico, si no porque sin ella ¿De que viviría?

Obviamente las probabilidades de que María sobreviviera a ello eran bajas, confirmando una posible muerte de la chica.

El doctor salió de la habitación y fue a la sala de espera —Señor James Reynolds— Preguntó mientras buscaba con la mirada, el mencionado se levanto y fue con él —Lo lamentamos señor...hemos perdido a su esposa—

La cara de James estaba tan palida, pronto su gesto se volvió desesperado y tomó al doctor de su bata para sacudirlo con desesperación —¿¡CÓMO QUE ESTA MUERTA!?— Alzó mucho la voz, mientras que todos intentaban calmarlo.

Ese hombre debe de estar muy herido.

Debía querer mucho a su esposa.

Pobre hombre.

Se ve tan indefendo.

[...]

Unas semanas después, tuvieron que enterrar a María, en la casa de su madre, pues era un lugar muy grande, además, ella decía que quería ser uno con la naturaleza.

James ni siquiera asistió al velatorio.

Su madre lloraba mares por la pérdida de su hija, jamás había estado tan herida.

Lo inesperado de todo:

Alexander y Eliza asistieron

¿Como se enteraron?

Ambos obtuvieron una carta, una carta sospechosa.
¿Quien iba a pensar que esa carta trataría de un suicidio?

Ambos fueron al lugar donde fue su boda y lo confesaron, la misma mujer los había unido, pues ese amor nunca se desvaneció.

Si María siguiera viva, podría haberse enterado de ello, estaría feliz.

Sabían qur ahora podía estar tranquila, ser:...

Amada.