C A P Í T U L O 16

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Y me preguntaba qué estaba haciendo Ana en ese momento, quizás leyendo, preparando su próxima clase, calificando trabajos o armando un rompecabezas. Quería ir a verla pero no tenía el valor de enfrentarme al rechazo.

Tomé una cerveza más. Tenía frente a mi mesa cinco botellas vacías, no estaba borracho pero me sentía diferente, de seguro en unos tragos más mi comportamiento terminaría siendo osado.

Verónica bailaba sensualmente, me miraba pero estaba pegada al cuerpo de Pablo que se veía bastante ebrio.

-¡Marco! -Verónica corrió y se sentó a mi lado. Me levanté, bebí un gran trago y descargué la botella sobre la mesa con brusquedad-. ¿Qué pasa?

-Terminamos.

-¿Qué? No estoy saliendo con Pablo, no creas los rumores -explicó muy nerviosa y desesperada.

La verdad es que no me importaba, si salía con mi amigo o con cualquier otra persona yo no sentía nada.

-Me enamoré, por primera vez puedo decir que me enamoré. Amo a otra mujer -confesé. Al fin me sentí liberado-. Adiós, Verónica. Espero te vaya bien con mi amigo.

Salí del lugar y tomé un taxi. La lluvia se hizo presente y jamás me había interesado tanto verla rodar por el cristal.

⇝Ana, Por Favor Domesticame⇜El Principito [ Sebastián Yatra ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora