Pasado Makoto

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 Bueno, antes que nada tengo que aclarar que este es un capítulo especial que sí tiene lugar dentro de la historia. Como el título lo indica muestra una parte del pasado de Mako-chan, por lo que se llevará acabo antes de Quartet Night.  

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Era de noche y una chica se encontraba sola en una habitación de su casa, no quería ver a nadie. Las caras llenas de tristeza, el trato amable de personas que apenas y conocía y nunca había recibido de ellas... esas miradas compasivas que para ella eran de lastima... realmente era lo que menos quería ver en ese momento, sólo serían una molestia y tampoco quería estar con los que le eran importantes, el ver su sufrimiento la destrozaría aún más. Ya había aguantado un día entero lleno de ellas, había sido rodeada de tantas personas llorando que no quería ser una más, no había derramado ni una lágrima desde el día anterior, quería ser fuerte, pero... ya no soportaba ese enorme nudo en la garganta. Sabía que esa persona se había ido de su vida para nunca regresar, sin duda lo extrañaría demasiado, era una persona tan amable y alegre, lleno de sueños y que hacía que sonriera cada que le hablaba de éstos. Tenía demasiado talento y un gran camino que debía recorrer, pero ahora que se había ido se había llevado con él el entusiasmo de la chica para lograr brillar como él.

Recargó su espalda sobre la pared, comenzó a deslizarse quedando de cuclillas y llevó sus manos hasta su cabeza mientras apretaba los dientes para no dejar escapar un sollozo... una avalancha de sentimientos la había invadido nuevamente, tristeza, miedo, enojo, frustración, soledad. No quería dejarlos salir, se había prometido ser fuerte. En eso la puerta con seguro se abrió y Makoto alzó rápidamente su mirada sobresaltada logrando ver a su madre.

—Makoto... No deberías estar sola.

—Quiero estarlo —contestó abrazando sus piernas y desviando la mirada.

—A tu padre le dolería verte así, no debes soportarlo todo tú sola, nos tienes a mi y a... —no la dejó terminar.

—¡Sólo quiero estar sola! —gritó ocultando su rostro y su madre solo asintió en silencio, aunque ella no la pudiera ver. Caminó hacia la salida y antes de cerrar la puerta habló algo triste.

—Si no quieres hablar con nadie no lo hagas, pero no guardes todos esos sentimientos. El que haya muerto no significa que debas renunciar a tus sueños, si continuas podrá seguir viviendo en tus canciones. —Makoto abrió los ojos y volteó hacia ella, sin embargo ya se había ido. Se levantó del suelo y caminó un poco hasta quedar frente al piano que había en su habitación.

Lo observó por varios minutos sin poder tocarlo, tomó aire y cerró los ojos colocando ambas manos en las teclas, una vez tomando posición sus manos comenzaron a moverse por sí solas, no tenía una canción en mente, por lo que cada nota que salía reflejaba cada uno de sus sentimientos en ese momento.

Era la primera vez que tocaba con tanta tristeza, la música hacía que afloraran sus emociones y las lágrimas se desbordaron mientras seguía tocando sin que pudiera evitarlo, entonces cada vez le era más difícil controlar sus manos y paró de tocar. Tocaron su puerta y se escuchó una voz que avisaba iba a pasar, y al no escuchar negación alguna entró y vio a la menor con las manos en la boca y sus mejillas llenas de lágrimas.

—Mako-chan... —murmuró el ojiazul al verla. Se acercó a ella y la estrechó entre sus brazos reconfortantemente. Así estuvieron por unos largos minutos hasta que la chica se tranquilizó y él comenzó a hablar dulcemente sin soltar a la pelinegra—, si te sientes así nuevamente, ven a hablar conmigo ¿sí? yo te escucharé —Makoto asintió con la cabeza y él agregó—: haz crecido, tienes un gran talento, sería una lástima desperdiciarlo ¿no crees? Si ese sigue siendo tu sueño, sé que te convertirás en una excelente compositora, recuerda que te apoyaré en lo que sea.

Quitando máscaras || Uta no prince-sama ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora