Capítulo 4 Explicaciones

117 7 0
                                    


Las puertas se abrieron una vez más silenciando al violinista y la chica miró a aquella persona con los ojos llorosos, provocando que éste se molestara al pensar que Syo le había hecho algo a SU Mako-chan.

—Syo-chan... se puede saber ¿qué le hiciste a Mako-chan? —sonaba molesto y tenía un aura oscura que era rara de ver en el pelirrosa.

—R-Ringo-chan, ah él no hizo nada.

—¿Por qué cree que te hice algo?

—¡Ah, mira! ya van a ser las 9 ¿Que no esa es la hora de Ai-chan?

—¡Rayos! Me tengo que ir ¡adios! —Syo salió corriendo y Ringo vio la puerta con los ojos entrecerrados y luego de asegurarse de que se había alejado de su oficina cerró la puerta y se dirigió a Makoto que pronto se paró a abrazarlo. Ringo se quitó la peluca que le parecía estorbosa y abrazo fuertemente a la chica que lloraba silenciosamente entre sus brazos... su calidez lograba reconfortarla.

—... Creí que ya lo había superado hace mucho, pero todo esto... me es muy difícil —Ringo colocó su mano sobre la mejilla de Makoto y limpió sus lágrimas con el pulgar, ella alzó su mirada para verlo a los ojos y le sonrió tristemente.

—Mako-chan... no tienes por qué torturarte con esto. No te pido que lo olvides ya que yo tampoco puedo, pero hay que tratar de seguir adelante, a todos nos gustaba verte sonreír. Quiero hacerlo una vez más como antes.

—Hace un momento estaba feliz. Tenía razón Permafrost es un lugar increíble, quería hablar contigo y por eso vine... luego ví a Ryuya-kun y me fue difícil estar con él. Cuando Syo-kun comenzó a hablar de sus canciones yo simplemente...

—No tienes que decirlo, te entiendo. Pero... a Ryu-chan también le duele verte así y que seas tan dura con él... sabes que él también te quiere.

—... ¿Y Ringo-chan? —preguntó tratando de desviar un poco el tema de Hyuga pues no creía que él enserio la quisiera después de lo que le hizo... sin saberlo ambos se culpaban.

—Claro que te quiero —dijo sonriéndole dulcemente— eres mi linda y pequeña Mako-chan.

—¿A pesar de lo mucho que he cambiado y de lo que hice?

—Sin importar cuanto cambies y lo que suceda tú siempre seguirás siendo Mako-chan, y sabes que yo siempre estaré ahí para esa Mako-chan porque es muy importante para mí.

—Gracias, tú también eres importante para mí —contestó sonriendo.

—Y bien, ¿no crees que deberías descansar por hoy? Ve a dormir.

—Está bien —contestó la pelinegra y salió de la oficina de Ringo mientras éste sólo la veía alejarse. Una vez que salió se dirigió a su escritorio y sacó de un cajón una foto. Se quedó observando aquella imagen sonriendo algo nostálgico y la dejó sobre su escritorio mientras realizaba algunos papeleos del trabajo. Comenzaba a ser algo tarde y por el cansancio no prestó atención a que había dejado la foto afuera y se fue de ahí para descansar.

Al día siguiente Haruka se encontraba en la cocina preparando el desayuno para todos y en eso Reiji llegó.

—Kouhai-chan~ ¿Qué estás haciendo?

—Ah, Kotobuki-senpai, es el desayuno para todos, como siempre están ocupados pensé que podía ayudarlos con algunas tareas.

—Jee ya veo, ¿Y no necesitas ayuda?

—Ya está todo listo. ¿Podría llamar a los demás?

—Claro ~ —Reiji se fue y alguien más entró al lugar extrañando a la chica.

Quitando máscaras || Uta no prince-sama ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora