Capítulo 13 Pintaremos nuestros sueños

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Eran alrededor de las 9 de la mañana y aún así la mayoría de los chicos ya estaban activos.

Cuando Camus caminaba en dirección a las mesas al aire libre donde los chicos de Starish preparaban el desayuno logró captar algo de su conversación.

—Iré por Cecil-kun —avisó Natsuki, pero antes de que se alejara Camus se acercó a ellos.

—Aijima ya no está aquí —informó, provocando una gran duda en todos los presentes y entonces prosiguió—. Ha regresado a Agnapolis a suceder el trono.

Todos abrieron los ojos. Se dirigieron a la cabaña del castaño para comprobarlo por sí mismos y el conde no hizo más que quedarse allí parado. Al llegar se encontraron con las partituras que Haruka le había regalado y su collar sobre éstas.

La chica se acercó y tomó el collar. Todos hacían diferentes comentarios pero ella les hacía poco caso.

—Cecil-san... —murmuró seriamente y entonces salió de la cabaña.

—¿Haru-chan...? —los chicos la miraron con preocupación pero decidieron dejarla sola.

Salieron de allí y juntos fueron cerca del lago, sólo para seguir hablando sobre el tema. Era extraño, la noche anterior todavía no estaban del todo convencidos de cantar todos juntos, pero ahora se lamentaban por su partida. Mientras tanto, Haruka estaba ahora sentada una vez más en su cabaña mientras apretaba el collar del chico contra su pecho. El día anterior él estaba tan feliz por la idea de convertirse en idol, tan decidido... No podía imaginar que dejara que todo se acabara antes de comenzar, se negaba a aceptarlo. Cecil... Él definitivamente no se rendiría tan fácil tratándose de la música. Él era el culpable de que todos estuvieran ahí reunidos al ayudarla cuando había necesitado que alguien la guiara en el camino de tomar una de las decisiones más importantes de su vida, así que, aún si no podía escucharla, quería de alguna forma mantener a todos unidos.

Dejó el collar en el teclado y comenzó a tocar con ese pensamiento en mente. Ahora su canción resonaba como la de Cecil la noche anterior, llegando así a sus compañeros y a un maraquero que caminaba cerca de allí al estar buscando a su compositora.

El castaño se detuvo por un momento al escuchar aquella melodía, recordando por un momento la noche anterior, pues era claro que esa era una canción para siete " STARISH tiene una determinación increíble que contagia a los demás".

La canción terminó y los chicos de starish se encontraban ahora frente a la cabaña de su compositora.

—Es claro que piensa firmemente que regresará.

—Pero... Tratándose de la corona...

—Siendo realistas es algo imposible.

—Pero... Cecil se toma la música tan en serio que no creo que lo termine así —Otoya observaba a sus compañeros, a pesar de que decían que era algo imposible, sabía que en el fondo ellos querían estar equivocados. El pelirrojo se acercó a la puerta de Haruka y sin decir nada tocó la puerta.

Cuando la chica terminó de tocar tomó algo de aire sorprendida de escuchar su propia melodía recién terminada. Dirigió su mirada al collar que había dejado en el teclado y éste estaba brillando. Sonrió, tomándolo como una buena señal y entonces escuchó que tocaron su puerta. Se levantó a abrirla y al hacerlo se encontró con Otoya frente a su puerta y los demás a unos cuantos metros de allí.

—Nanami. Creo que hay una letra que escribir ¿no es así? —preguntó con una sonrisa y después agregó— tendremos que dejar las partes de Cecil en blanco.

Quitando máscaras || Uta no prince-sama ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora