¿Qué pasaría si la carta que escribes para tu crush llega a manos del playboy más guapo de tu escuela?
Eso le pasó a Frida. Estos sucesos hacen que surga una relación extraña relación que llega a tener con el playboy y su crush, un dramático, romant...
-Ya jovencita - decía la señora entregandome uno de esos tantos ricos alfajores
Al regresar a mi casa me puse a hacer algunas tareas que me habían dejado mientras comía poco a poco el delicioso alfajor sin embargo ese alfajor no era suficiente para el gran apetito que tenía ese día así que de nuevo fui a comprar.
Al llegar a la tienda lo primero que vi fueron muchos chocolates, sin darme cuenta me había quedado enbobada viendo la vitrina con los chocolates hasta que escuché una voz familiar, era Carlos, vi que me estaba viendo detenidamente como si me estuviera examinando.
-Ah... ¿Qué haces? - digo un poco extrañada al ver su mirada
No pude evitar sonrojarme, cuando me di cuenta de eso me sorprendi, ya que esto no era normal en mí más que eso nunca antes me había pasado esto, ese chico me había cautivado con esos hermosos ojos llenos de finos destellos de luz.
-Ah... Viéndote - me dice este con una sonrisa pícara
Por un momento me avergoncé por preguntar eso, ya que era obvio, pero mis emociones siempre han dominado mis decisiones así que eso fue lo único que se me ocurrió decir en ese momento de nerviosismo.
-Y ¿qué haces? - me preguntó este al verme pegada a esa vitrina
-Solo voy a comprar - dije
-¿Comprar?, a mí no me parece que vayas a comprar con lo muy pegada que estás ahí, pareces un chicle - me responde
-¿A qué has venido?¿a molestarme o comprar? -dije ya un poco molesta
-Pues por la misma razón que tú - dijo
-Entonces compra - dije ya explotando, toda la molestia que él me había causado había hecho que me irrite más de lo normal así que no lo pude evitar
-A que pasa chicos - escuché una voz en particular, era Estefan
-A primo no pasa nada, solo es una pequeña discusión entre Frida y yo - dijo este
-Ah... lo siento Frida, ni siquiera nos conocemos del todo, pero él ya comienza sus discusiones matutinas, de verdad te pido que lo disculpes - me dijo Estefan con una voz muy dulce
-¿Cómo no va haber forma de disculparle? -claro que lo disculpo -digo un poco en boba viendolo gran aprecio
-Ah... ya me tengo que ir - dije para caminar rápidamente a mi linda casa
Al llegar a mi casa me encontré con mi hermano, Jonathan un joven de secundaria de 16 años, el cual estudiaba en el extranjero, y que por alguna razón se encontraba en mi casa.
-¡Hermano! - dije para luego abrazarlo y depositar un beso en su frente
-¡Hermana! - me dijo con la misma emoción que yo, dándome un fuerte abrazo girando al rededor de la sala y devolviendome el beso
