Capítulo 3

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-¿Quién es usted, qué hace en mi casa y cómo sabe mi nombre? -Lo sé, muchas preguntas, pero éste hombre realmente me asustaba, no creo que sea un invitado de mis padres.
-Calma jovencita, soy... Un amigo, feliz cumpleaños, por cierto
-Gracias, ¿Qué clase de amigo?
-Haces muchas preguntas ¿No crees?
-Normalmente las hago, ¿Tiene usted algún problema con eso? -Tal vez fui un poco grosera, pero no me daba buena espina.
-Vaya, calma Zoe, no voy a raptarte si es lo que crees... Mi nombre es Hovarth, mucho gusto, a diferencia de ti, yo si tengo modales -Añadió tendiendo su mano para que la tomara, lo cual no hice.
-Extraño nombre ¿No se lo han dicho?
-Hm -Observó su mano y al ver que no la tomé la alejó, se dio una vuelta y comenzó a caminar por el lugar- No desde yo vengo la verdad
-¿Y... De dónde viene usted entonces? ¿Es un invitado de mis padres?
-Calma pequeña, primero que todo, hay mucho que explicarte, no soy invitado de tus padres...
-¡¿Entonces qué hace en mi casa y cómo sabe mi nombre?! -Me alteré enseguida interrumpiéndolo- ¡Si no se larga ya juro que llamaré a la policía!
-¡Tranquila! No te haré daño, primero necesito que me escuches, se que hoy te han ocurrido... Cosas extrañas ¿No es así? -¿Y el cómo sabía eso? Ok, si quería asustarme definitivamente lo logró- Se quién eres, Zoe Waldorf, eres una de las elegidas
-¿Elegidas? ¿De qué rayos está hablando?
-Zoe...
-¡¿Puede dejar de llamarme por mi nombre?! -Grité alterada, me ponía los pelos de punta.
-¡Bien! Bien... Calma... Dios, esta sí que salió difícil, gracias Zeus... -¿Zeus? Ok definitivamente me tenía completamente confundida- Seré directo, tienes poderes, eso lo sabes ¿No? -Le di una mirada intrigada- Eres descendiente de los dioses y una de las elegidas de ellos para derrotar a Morgana, una malvada diosa reina del inframundo, y para encontrar las Reliquias de los Dioses antes de que ella lo haga y se haga más fuerte, tú, mi querida Zoe... Lo siento, mi querida... Extraña, eres especial, de hecho la más especial de todos, por ser la descendiente y elegida del grandísimo y mismísimo Zeus, el dios más importante de todo el Olimpo, tú tienes el poder de los elementos, los cuatro juntos, y aparte, tienes el poder de la luz, ¿Si has escuchado hablar de Zeus no? -Ok... Ningún pensamiento rondaba por mi cabeza, creo que sólo lo miraba con mi boca abierta, no era capaz de decir una sola palabra.
-Ehbe... -Intento fallido de decir algo.
-Lo tomaré como un sí -Contestó sonriendo- En fin, si quieres que te explique bien toda la historia deberías acompañarme -Lo miré no muy segura, ¿Alguien me jugaba una broma?
-Ok, si eres una clase de broma por ser mi cumpleaños, felicidades, funcionó, pero ahora mismo quiero que te largues de mi casa y me dejes en paz si no quieres que grite hasta quedar muda -El hombre dio un suspiro como si estuviera exhausto.
-Bien, lo haremos a las malas, ¿Por qué siempre tiene que ser así? -Le di una mirada confundida y Hovai o Hovo o como sea que se llame se acercó hacia mí y rápidamente sin siquiera notarlo me agarró de mis caderas y me tiró en su hombro, comencé a gritar y a patalear como una maniática, ¡¿Acaso este hombre me estaba secuestrando?!- Agh ¡Ya calla! Si no te callas haré que te calles -No hice caso, seguí gritando, trataba de bajarme dándole golpes en la cabeza y retorciéndome pero Hovo era bastante fuerte- Ok, te lo buscaste chillona, para ser pequeña sí que tienes fuerza -Hizo un leve chasquido con sus dedos y mi boca no emitió ni un sonido más, no puedo creerlo, ¡Mi voz! ¡Mi voz había desaparecido! ¡¿Qué había hecho con mi voz?! Seguía gritándole mil barbaridades pero nada se escuchaba, me di por vencida, nadie me escucharía, y los invitados no notarían que estoy aquí ya que esto esta mas apartado del patio principal y de mi casa. Estoy perdida.

El hombre emitió un silbido al cielo e instantáneamente mire hacia arriba… Nada, pasaron unos segundos más y entonces ahí lo vi, vi esa hermosa y magnífica criatura volando hacia nosotros y aterrizando en mi patio, ¿Qué diablos era eso? Era algo de ensueño, sólo pude pensar "Wow..." Esto no era creíble, esto era mentira, es imposible que exista alguna criatura así. Era una especie de caballo gigante con garras en sus patas delanteras, y en las traseras, las patas normales de un caballo, tenía alas inmensas y grises manchadas con puntos al principio y rayas negras al final de sus magnificas plumas, y su cabeza era la de una especie de... ¿Gallo? No lo sé pero tenía un gran pico como hocico, era de color gris oscuro y a medida que bajabas la mirada a su cuerpo iba disminuyendo el color con manchas grises más claras hasta dejar su increíble cuerpo blanco. Era algo impresionante, tal vez este soñando, esto definitivamente es un sueño, una fantasía.

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