Cap 3: Humedad

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Cap 3

-No estoy diciendo que lo tengas que hacer si no quieres, esta bien te pagaré la mitad de lo acordado, quizás te haya molestado la sugerencia pero como ya me estas prestando tu cuerpo para tener un hijo, y hasta aquí llegamos... Ojo si me dices que no te respetare... Jajaja que charlatán me vuelvo cuando me pongo nervioso ¿No?- Sasuke se retorcía las manos, mientras ella lo miraba sin expresión aparente.

-No es que diga que no eres atractivo, pero tengo mis principios y no se la verdad estoy entre un dilema moral grave, estoy entre tener relaciones con una persona que vi dos veces en mi vida o denunciarte por acoso y cobrar el juicio .-los ojos del moreno eran dos monedas de $2.-Creo que eso no lo tenía que decir, jeje... estoy muy nerviosa y al parecer va a diluviar hoy...- dijo la ojijade mirando las gotitas de lluvia golpeteando el parabrisas.

Ambos se miraron, suspiraron, el ambiente era tan tenso que se cortaba con un hilo, Sakura se dispuso a bajar, pero un muy caballero pelinegro bajó antes busco un paraguas en el asiento trasero del auto y acompañó a la muchacha hasta la entrada de su casa.

-No voy a insistir pero, medítalo y dame una respuesta por favor- menciono mientras Sakura abría la puerta de su casa - necesito que sepas que eres mi única opción y sabes que el efectivo no es inconveniente, pero tampoco quiero q ue creas que te pago solo para estar contigo. Hasta luego Haruno Sakura, espero que descanses y que pueda volverte a ver.- Al mencionar lo ultimo a la pelirosa se me encogió el corazón, realmente era importante para él, tanto anhelaba un hijo, al cual darle todo sin medirse. Suspiro cuando se quedó sola, pensó en sus facciones, sus grandes ojos negros y esa barbilla tan varonil, esos rasgos dominantes que sabía que heredaría su futuro hijo, su corazón se achicó aún más, necesitaba de ella, y ella necesitaba de él, no estaba segura de querer tener relaciones con el pero, pero... no encontraba el pero, miro por la ventana y no pudo evitar mirarlo marchar lentamente bajo la lluvia a su auto, su culo se marcaba exageradamente en aquel pantalón de vestir, era similar a una manzana que le tentaba morder.

-Sakura deja de pensar con la entrepierna, hace taaanto que no le veo la cara a dios que ya no se que pensar, creí que iba a ser más fácil pero aparece este dios griego vestido de Armani diciéndome que lo tenemos que hacer del método tradicional que me taro, no puede ser que me tiemblen las piernas solo cuando camino a su lado- sentándose en el sofá- tonta, tonta , tooontaa solo quiere tu útero- grito cuando coloco una almohada en su cara para amortiguar el sonido, sin darse cuenta se quedó dormida en el sofá de la cocina.

A la mañana siguiente se despertó la joven dolorida por la mala postura en la que durmió, le tendría que dar una respuesta al empresario, aquello la tenía a mal traer, se decidió a desayunar, se sentó en la mesa y encendió su netbook. Mientras revisaba su mail encontro dos respuestas a la propuesta de trabajo a la que había respondido, una era para trabajar como enfermera domiciliaria, cumpliendo una guardia de 4 a 6 hs diarias, mientras que la otra era para hacer 4 hs en un hospital público de la zona, estaba segura de que a sasuke no le haría gracia que ella trabajase de eso pero era lo que tenía, aceptó ambos trabajos sin dudarlo.

El dia paso lentamente para ambos, intentaron no darse importancia, darse su espacio, pero no podían evitar no pensar en lo ocurrido.

Sakura se fue a presentar en ambos trabajos, los cuales la aceptaron sin dudarlo, su curriculum era impecable, al igual que sus notas, estaba feliz de poder acomodar sus horarios para poder cumplir en ambos lugares. Cuando llegó a su casa, llamó a su madre para asegurarse de que había recibido su tratamiento diario y que la habían tratado bien en la nueva clínica en la que estaba recibiendo dicho tratamiento, sonrió tristemente, si su madre supiera todo lo que estaba haciendo por ella no se lo permitiría, se dio una ducha rápida y se acostó aun con la toalla en la cama. Se inquietó por un sonido en la cocina, era la puerta abriéndose lentamente, su corazón palpitaba rápidamente mientras la lluvia azotaba fuertemente las ventanas de la pequeña vivienda, se levantó con sigilo, y comenzó a caminar lentamente hacia la puerta del cuarto, la cual se abrió ruidosamente por culpa de un hombre alto, moreno y grandote, quien la tomó en sus brazos delineando su cintura con los dedos y comenzó a besar su cuello con pasión. La pelirosa tardó en reaccionar

-Sasu..ke ¿Qué haces a estas horas aquí?- la mandíbula le temblaba, las piernas le fallaban si no fuera porque él la sostenía nunca hubiera podido seguir de pie. El continuo oliendo su cuello y perdiéndose en su pelo.

-No podía resistirme a ti cerezo- busco su boca para ahogar un gemido masculino, ella no correspondió, no podía entrar en razón, ¿Realmente había vuelto por ella? , sus pensamientos fueron silenciados cuando sintió que la toalla que cubría su cuerpo cayó sonoramente al suelo, se encontraba como dios la había traído al mundo frente a aquel gran hombre.

-perfecta...-el tomo uno de sus botones rosados y comenzó a succionar mientras amasaba el otro con su mano libre, ella no podía para de gemir, mientras apretaba su cabeza contra su pecho. Se detuvo cuando sintió las manos frías de ella sobre su chaqueta, tirando de ella, la quito y a su vez su blanca camisa, dejando su torso descubierto, mostrando no solo su cicatriz, sino también su bien formado abdomen, la pelirosa se puso en puntitas de pie para besar su boca, las finas gotas que caían del cabello negro humedecen su rostro y corrían por su níveo cuello, se abrazó a su cuerpo arrastrándolo a su cama, sus respiraciones eran aceleradas, hasta que Sasuke tomó el control y la dio vuelta, la colocó sobre sus manos y rodillas en la rosada cama, delineo su columna vertebral con la yema de sus dedos hasta llegar a esos pequeños hoyuelos que ella tenía en la parte baja de su espalda, el beso aquel detalle de su cuerpo y apretó su excitación, aun con el pantalón, contra su desnudo trasero.

Escucho como se desabrochaba el cinturón y su gran hebilla golpeaba contra la cerámica del piso, se deshizo de sus pantalones mientras mordía la espalda de su compañera, no tardó mucho en encontrarse en boxes tras ella.

El era tan meticuloso que palpo con los dedos la excitación de la fémina-estoy hambriento de ti pequeña- su voz ronca hacia que ella se mojara mas, el paso su lengua lentamente con una nalga de la joven, y miro como su cuerpo reaccionaba a él, por la espalda de ella paso un escalofrío que fascinó al hombre - deja de torturarme necesito tenerte dentro mío con urgencia- rogó la pelirosa

-¿alguien está ansiosa o me parece?- no le había dado tiempo a pensar que ya la habia penetrado, de una estocada se había empalado a ella manteniendo un ritmo lento.

El timbre sonó, Sakura se levantó de su cama, muy acalorada, se había dormido sobre la cama apenas salía de la ducha, era Ino, una amiga con la que tenía que hacer un trabajo con fecha de entrega, maldijo por lo bajo, se vistió y atendió a su amiga. Después pensaría como bajar la humedad de aquel dulce sueño.


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