vientre de alquiler

Capitulo 12: Acorralado

Capítulo 12: acorralado

Sakura había desaparecido con su auto, supuso que se había olvidado algo en el shopping, suspiro, era demasiado olvidadiza para su gusto, su vida era demasiado organizada como para sucumbir a la tentación de seguir corriendo tras aquella muchacha, era infantil y tan carismática, comenzó a tener miedo de que la atracción que sentía por ella se convirtiera en algo más que eso, el no podía, no debía, simplemente no.
El tiempo corría, media hora desde que había dejado el departamento, comenzó a preocuparse, tomo su celular y marcó, dos timbrazos después escuchó una musiquita desde el aparador de la cocina.

-Mierda- rugió indignado, ¿quien en su sano juicio dejaba el celular en casa habiendo tanta inseguridad? estaba perdiendo la cabeza, el solo pensar que le podía pasar algo lo volvía loco, realmente necesitaba proteger a aquella niña, por que si, a pesar de ser una mujer con tantas cargas, la veía como una niña indefensa que indirectamente buscaba su ayuda. una musiquita modesta de su iphone sono, miro la pantalla "Shikamaru".

-¿Que pasa?- malhumorado.

-Sasuke, ¡Donde mierda te metiste! te llaman de todos lados a tu oficina, hinata tiene un montón de recados para ti, tu empresa se está yendo a la mierda, ¿tan poco te importa?, realmente amigo, no se en que te metiste pero, por favor necesitamos que vuelvas.¿Donde estas?-

-escucha estoy atrapado en la casa de sakura, esperando a que vuelva de quien...-

-Espera... ¿que haces tu en la casa de Sakura? -mierda había metido la pata, y muy profundo - ya salis de ahi, necesito que no te involucres con ella. no me dijiste que ya estaba embarazada, ni cómo les fue con tsunade. nada . me tienes en ascuas, y eso que soy tu amigo ¡menos mal!-

-Shikamaru necesito que te calmes, nos fue mal con Tsunade, muy mal, estuvimos haciéndolo del método tradicional y bueno...-suspiro- se que estuvo mal y que te tenía que haber llamado, estoy cansado. - un grito de frustración se escuchó a través de la línea telefónica.

-Maldito idiota, no hay método tradicional, si Tsunade decía que no estaba el otro plan, el pagar doble el tratamiento, Dios Sasuke, ¡Donde mierda tenes la cabeza! Me llamo tu contador avisandome que en estos últimos días gastaste lo que gastas en un mes. Sasuke realmente te estás pasando, necesito tu culo peludo en la silla de tu maldita oficina en dos horas, no me importa si tenes que tomar un helicóptero para llegar, te lo digo yo porque ya sabes cómo es Hinata al respecto- Sasuke estaba rígido, estático, realmente se estaba pasando, ausentarse durante esos días sin previo aviso estaba destruyendo tu imperio, su vida, tenía que definir sus prioridades.

-está bien, apenas recupere mi auto iré-

-¿Eres idiota acaso? ¿Cómo que perdiste tu auto?- "cada vez más hundido".

-Se lo preste a Saku para comprarme ropa-

-¿Saku? Tanta confianza, Sasuke desaparece de ahí, te conozco, hace poco te diste un tiempo con tu ex, estás sensible, eso hizo que buscaras hacer esta locura,huye Sasuke antes de que hagas una locura- sentenció su castaño amigo, quien tenía razón, estaba destruyéndose toda pizca de moralidad en el hasta el punto de parecer un adolescente enamorado, el era un hombre de negocios y estadísticamente aquella aventura solo representaba una baja en sus ingresos y en su profesionalidad.  Tras cortar la comunicación con Shikamaru se cuestionó si realmente podía estar lejos de ella, su traicionera mente los veía a ambos caminando por la plaza con un carrito de bebé rosado, con su pequeña intentando sobrellevar todas sus diferencias por aquella criatura planeada, pero tampoco tenía la garantía de que ella quisiera estar ahí con él disfrutando de aquella pequeña vida, quizás ella intentaba distraerlo y así tomar más de sus ganancias, había gastado tanto en ella y siquiera estaba embarazada, pensó que era una forma rebuscada de psicología  solo para obtener su dinero, como karin, tan parecidas, aunque las intenciones de ella no eran malas tampoco, ella solo quería pagar la estadía de su hermano en una granja de drogadicción, y lo consiguió, no era una mala mujer, era noble lo que había hecho, aunque en su momento no lo pensó así, el simplemente desapareció, como lo estaba por hacer ahora.