–¿Que es lo que quieren para el festival cultural? –pregunte a la clase. Ya han pasado unos días después de que Daemon diera la idea de hacer un festival cultural para el día de puertas abiertas y de la cita que me pidió Daemon aquel día, aunque me negué rotundamente. Desde ese día no ha dejado de estar repitiéndome que saldré con él, de que seré su novia y no sé cuantas cosas más.
–Yo quisiera que haya algodón de azúcar.
–Si se trata de festivales culturales tiene que haber el juego de caza-peces.
–¡Y también plátanos cubiertos de chocolate!
–¡Y el yo-yo!
Mientras iban diciendo las cosas que querían que hubiese, yo las iba apuntando en la pizarra. Una vez acabaron de decir sus ideas, me tocaba decir algo que ya sabía, que ocasionaría un problema...
–Bueno, ahora que hemos dicho todo lo que queríamos... –Y aquí vamos–. Votemos y escojamos uno.
–¡¿QUÉ?! –dijeron todos a la vez. Algunos hasta levantándose de la mesa con caras de pocos amigos. Ya me lo temía, aunque igualmente me han dado un susto con el grito.
–¡Solo hacer una cosa no será divertido! –comenzaron a quejarse.
–¡Yo no solo quiero comer algodón de azúcar, también quiero jugar!
–¡Eso!
–¡Eso!
–Pero... no podemos hacer todo eso –dije intentando razonar con la clase. Pero como no, tuvo que salir Zoey para hacerme la vida más difícil de lo que ya estaba...
–¿Que no? –dijo levantándose y llevándose toda la atención de la clase. Aquí vamos otra vez–. ¡Tengo una idea! ¡Hagamos lo todo! –medio grito haciendo que todos los de la clase se pusieran a aplaudirle como su salvadora. ‘Aleluya’. Ahora, ¿cómo hago para convencerles de que no lo podemos hacer todo? Llevo la mano a mi cara exasperada de la situación. ¡Siempre me hace lo mismo!
–¡Entonces está decidido! –dijo Zoey alegre echándome una mirada burlona.
–Pero... ¡eso es imposible! –dije intentando que me escucharan, pero simplemente hacían oídos sordos conmigo exasperándome cada vez mas–. Escuchadme...
–Espérense, chicos –dijo Daemon a mi lado, tomando toda la atención de toda la clase. ¡¿Pero cómo lo hará?! –El otro miembro del comité a cargo del festival tiene algo que decir –dijo refiriéndose a él mismo. No será que me va a ayudar, ¿no? Pensé totalmente esperanzada. Antes de que mi boca dibuje una gran sonrisa, siento como Daemon pone su mano encima de mi cabeza y me tira suavemente hacia él–. El día del festival, ¡haré que esta chica sea mía! –'informó' con una sonrisa de lado, totalmente seguro de lo que decía–. Lo estoy anunciando ahora a la clase, ¡para que se enteren muy bien! –dijo ensanchando su sonrisa aun mas. Pero qu... ¡Este chico está mal de la cabeza! ¡Cómo se le ocurre decir eso frente a todos! Mentalmente me doy una bofetada en la cara por pensar en que me ayudaría
–Daemon, ¿lo dices en serio? –comenzó a decir una chica de la clase totalmente anonada. Ahora la misma historia de siempre. La típica chica que sale a criticarme indirectamente–. ¿O ella te obligó cuando te pego?
–Pero aun si fuera una broma, yo también quisiera salir con Daemon... –comentó otra chica a su amiga.
–¡JA! ¡Entonces empieza desde mañana luciendo así de fea! –dijo la otra señalándome provocando que la clase estalle en risas y a mas comentarios hirientes. Sé que esto ya se estaba convirtiendo en un tipo de costumbre para la clase el burlarse de mí. Pero yo aun no me acostumbraba a escuchar cómo se reían y se burlaban de mí. Y dudo hacerlo algún día. Ya no aguantaba las burlas y risas de la clase, así que me zafe del agarre de Daemon y me puse a caminar rápidamente hacia la puerta de clase para poder ir al baño a refrescarme un poco la cara e intentar olvidar durante un momento todo lo que me estaba pasando. Mientras iba saliendo escuche como Daemon habló.
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Todo tiene un comienzo
Любовные романыSe dice que todo tiene su comienzo, pero... ¿Y el final?