–¿¡Eh!? –un poco mas y me deja sorda. Pero no tenía a quien más recurrir–. Hermana, ¿quieres que te preste mi ropa? –Me dijo desde su cama totalmente sorprendida–. Qué extraño –dijo mirándome con una mirada intimidante intentando deducir el porqué–. ¿¡Sera que tienes una cita!? –dijo con la boca formando una ‘O’. ¡¿Como lo sabe?!
–¡No! ¡No es una cita! –dije rápidamente antes de que se le metiera en la cabeza. Y ahora que le digo para que me crea… ¡Piensa Eli, piensa!– Solo… ¡Saldré con mis compañeros de clase! ¡Solo eso! –de repente veo como se va tragando lo que le he dicho y se dirige dando saltitos hacia su armario. Uff, por que poco…
–Ya veo –dijo con una pequeña sonrisa–. De cualquier forma no es tu estilo tener citas. –Aunque se lo haya creído, eso ha dolido un poco. Además, aunque le dijera la verdad de que saldré con Daemon, jamás me creería… De repente veo como saca una camisa de topos dejando los hombros a la vista y de botones. Con un lazo justo debajo del pecho, la verdad es que era bastante mono.
–Que tal esto… –el problema era la mini falda que me había puesto. ¡No puedo ir con esto!
–Demasiado corto… –dije señalándole la falda. Veo como se acerca hacia el armario buscando alguna otra cosa. Cuando lo encuentra, lo saca y me lo lanza para que me lo pruebe con la misma camisa.
–¿Y esto? –dijo esperando que me lo pruebe. Es un pirata gris, bueno, me gusta. El problema venia cuando me lo puse. ¿Por qué?
–No me sube el cierre… –dije totalmente vencida por el cierre. Cuando dirijo mi mirada hacia ella veo que se le ocurre una idea y va corriendo hacia su armario. Al parecer encuentra lo que estaba buscando y me lo da en las manos.
–¿Qué hay de esto? –me dijo yéndose a sentar a su cama. Miro el conjunto y me lo pongo. ¡Imposible! ¡Absolutamente imposible!
–¡Ni hablar! –digo negando con la cabeza desesperadamente y intentando taparme las manos el conjunto. Era una camisa de tirantes color rojo oscuro dejando a la vista el ombligo y un short que apenas cubría nada. ¡Antes muerta que ir allí con esta ropa! Ya me lo imagino a él partiéndose la caja si me ve con esto puesto–. Si llegara a usar esto, la gente pensara que soy una chica fácil... ¿Por qué tu ropa es tan pequeña?
–¡Todo lo pequeño es lindo! –dijo totalmente convencida. ¿¡Pero de dónde saca eso?!– ¡Eres demasiado exigente! –dijo echándome toda la culpa a mí. Si. Mi culpa será. Bueno, será mejor que me quite esto ya mismo, me pongo mi pijama y vuelvo para mi cuarto. ‘Beep’ escucho mientras me voy sacando la camisa. ¿El móvil de Emma?– ¡Ah! ¡Daemon me acaba de enviar un mensaje! –escucho decir a Emma mientras va corriendo hacia su cama, donde está el móvil. ¿Qué? ¿Ya están hablando entre ellos? ¿De que hablaran? Mejor me voy de aquí. Mientras me voy dirigiendo hacia la puerta con el pijama en la mano escucho como Emma teclea con el móvil, seguramente respondiéndole–. No, solo es Javi… –escuche que decía decepcionada–. ¿Por qué Daemon nunca me envía ni un mensaje?
¿Entonces no era él? Un inmenso alivio se apodera de mí... Espera. ¿Pero en que estoy pensando? ¡Que sea él o no, te tendría que dar igual! ¿Pero qué es lo que me pasa?
–De cualquier modo, gracias Emma… –dije intentando cambiar de tema y sacar eso de mi cabeza–. Supongo que no puedo pedirte nada prestado... –y cojo la manilla de la puerta para salir.
–Eh… –dice Emma totalmente desconcertada–. Porque tan de pronto… –y salgo de la habitación cerrando la puerta.
Ahora que lo pienso, ¿qué diablos estoy haciendo? No tiene caso que me preocupe por la ropa que voy a usar. No para una cita con ese chico...
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Todo tiene un comienzo
RomanceSe dice que todo tiene su comienzo, pero... ¿Y el final?