~XVIII~

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Tick Tock


Le fue entregado un reloj en su décimo cumpleaños, era un reloj de mano, ordinario, hecho de plástico, común en casi cualquier aspecto, excepto, por el hecho de que este se encontraba contando hacia atrás.

-Ese, es todo el tiempo que te queda en el mundo hijo, úsalo sabiamente.

Y justamente así lo hizo. Mientras el reloj seguía retrocediendo, el niño, quien ahora era un hombre, vivió la vida al máximo, escalo montañas, nado a través de mares, habló, sonrió, vivió y amó.

El hombre, nunca tuvo miedo, porque sabía exactamente cuánto tiempo le quedaba de vida.

Eventualmente, el reloj comenzó su cuenta regresiva, el hombre viejo, se encontraba de pie mirando todo lo que había hecho en la vida, todo lo que había construido.

Cinco, dio la mano a su viejo compañero de negocios, el hombre que tanto tiempo fue su amigo, y confidente.

Cuatro, su perro se acercó, y lamio su mano, ganando así una caricia en su cabeza.

Tres, abrazo a su hijo, sabiendo que había sido un buen padre.

Dos, beso la frente de su esposa por última vez.

Uno, el anciano sonrió, y cerro sus ojos.

Entonces, nada ocurrió, el reloj, hizo un sonido y se apagó, el anciano se quedó de pie, lleno de vida.

Podrías pensar que en ese momento se encontraba lleno de alegría, pero en cambio, por primera vez en su vida, el hombre, se encontraba asustado.

Historias Cortas de TerrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora