Mirra
Salí para buscar a Stella junto a Micaela. Estuvimos hablando durante el camino, cuando ella me reveló algo que imaginaba era una broma, aunque estaría muy lejos de serlo.
—El amor puede ser complicado, Marina renunció a la manada solo por ese chico, ni pensar que este hubiera sido tu destino si Austin persistía en quedarse a tu lado. Aunque fue malo al irse sin decir nada, supongo que lo entiendo en cierta forma si expulsaran a la persona que amo de su manada no podría vivir sabiendo que su tiempo de vida se acortaría por mí culpa —comentó, despreocupadamente mientras abría otra de las bolsas de papas fritas que había comprado hace solo unos segundos.
—¿Qué? —cuestioné y ella se encogió de hombros.
—Olvida lo que dije, no sé en que estaba pensado eso nunca paso realmente —repuso y trato de convencerme de olvidar el asunto.
—Lo dijiste, él lo hizo por una razón. Las líderes jamás lo aceptarían, ¿verdad? Sabes algo sobre eso —murmuré lo que había en mis pensamientos.
—No es así, inclusive si lo fuera, él tomó una mala decisión. Jamás se abandona a la persona que amas —replicó, pero no la escuché tenía algo más importante en mente.
—Debo irme, por favor encuentra a Stella y procura que no haga nada tonto —me apresuré a advertirle y me marche.
No tenía intenciones de decirle a nadie lo que tenía pensado hacer, pero si lograba funcionar, entonces habría valido la pena. Tarde más de medio día para encontrarlo, estaba por anochecer, cuando lo vi de espaldas mirando hacia la playa, sus puños estaban cerrados y apretaba los labios con frustración. Mientras veía hundirse un trozo de papel en medio del agua.
—¡Austin! —llamé su atención.
Giró la cabeza hacia mí y fue entonces cuando no supe que hacer. En sus ojos podía ver un tono verde profundo, que iba acompañado de una sombra que nublada la visión de su alma. Él estaba bajo un hechizo poderoso y su mente estaba siendo controlada.
—Así que ahora las entregas se hacen a domicilio, serás un buen anzuelo para atrapar a tus amigas —su voz se escuchaba diferente. Todo lo que él hacia, era seguir las ordenes de la persona que lo hechizo y de ese modo fue que utilizó sus poderes contra mí.
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Isla De Sirenas
FantasyLa historia de amor entre una sirenas moderna y un descendiente de piratas, dará inicio a no solo amores prohibidos, sino también a una leyenda mágica perteneciente al océano. El tridente Lieber roba la magia de luna de los cristales de las sirenas...