Capítulo 5: Parece resuelto

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Era ahora o nunca, Rosa debía decidir qué hacer. Optó por dejar de huir y fue a hablar con Antonio. Abrió la puerta del club y lo encontró de espaldas tomando refresco y revisando unas partituras.

-Hey, ¿Cómo está el líder más atractivo y talentoso del mundo?

-Ya me enteré, Rosa, dejaremos tus halagos para otro día.-dijo antes de tomar un sorbo de su bebida.

-¿Eh? ¿Cómo?

-Bueno, la misma maestra vino a decírmelo.

-Oh.-suspiró aliviada.- supongo que todo esta bien ahora.

-Ah, ¿Eso crees?

-¿Qué?-preguntó incrédula.

Antonio se abalanzó sobre ella y comenzó a sacudirla por el cuello del uniforme.

-¡Estamos a dos semanas de nuestra presentación! ¡Eres la guitarra principal! ¡¿Por qué no eres tan seria con las demás cosas como con la guitarra?!

-¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Dejaré de ser tan inútil pero deja de estrujarme!

Antonio la soltó.

-Aaa...-se dio la vuelta y revolvió su cabello, preocupado.- Supongo que no puedo hacer nada por el momento. Hoy tendremos que ensayar sin ti. Hablaré con el coordinador para ver si nos deja cambiar nuestros ensayos a los jueves. Más te vale no meterte en otro lío.

-Como siempre ¡Eres el mejor! ¿Qué haría yo sin ti?-lo abrazó por detrás.

-Seguramente morirías sin alguien que vigilara tu estúpidez.

-¡Oye!-Exclamó y golpeó el hombro del chico, el cual hizo un gesto de dolor.

-Para eso estoy yo.-dijo con confianza una voz femenina, lo cual hizo que ambos voltearan.

-¡Sofía!-gritó la chica con entusiasmo.

Caminó hacia ellos.

-¿Qué tal, Antonio?

-Hola, Sofía.-respondió

-Te están buscando, ya deberías estar haciendo tu servicio.- sacó su teléfono del bolsillo y le mostró la pantalla con la hora a su amiga.

-¡Demonios! Gracias, Sofi, ¡Nos vemos! ¡Adiós oh gran Antonio!-Exclamó mientras se alejaba corriendo.

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