Descontrolada Obsesión [[COMPLETA]]

Día 1

Semana 1

Observarla nuevamente salir de aquél instituto mediocre en donde estudia su último año de preparatoria fué un impulso en contra de mi cautela, pues levantándome de golpe la seguí como llevo haciendo desde 237 días seguidos, y es que no puedo olvidar cada día pasado desde que la vi por primera vez, una casualidad maravillosa que me hizo estremecer desde la primera instancia que posé mis ojos en aquella figura tan delicada, con piel pálida y ojos color avellana llenos de vida que tanto me gusta admirar día a día sin cansarme puesto que su mirada es cautivante y única ¡Oh sí! Ella es única, y lo admito con total descaro y sin arrepentimiento porque aquella mujer me tiene loco siendo ella la única dueña de mis mas perversos deseos

Detengo mis pasos escondiéndome detrás del árbol que me ha servido de camuflaje durante mucho tiempo y el cual está a solo una cuadra de distancia de su morada permitiéndome una perfecta vista para verla ingresar tranquilamente como siempre en la ignorancia de mi presencia.

Aún me pregunto, ¿cómo alguien puede ser tan inocente? Es como si fuera irreal su persona.

Dejando salir un suspiro el cual no sabía que tenía retenido y apoyando la espalda en la madera me permito sonreír cerrando mis ojos, empezando a idealizarla en mi mente para calmar un poco aquella ansiedad que siento en mi organismo ante ella, y es que anhelo hacer tantas cosas con su persona como: tocarla, abrazarla, llenarla de caricias y besos... ¡Oh!... De tantos besos incesantes saboreando por fin aquellos labios finos que posee, deseando adueñarme de su cuerpo para dejar mi rastro ante aquél que siquiera llegara a posar sus ojos en ella muriera.
Pero río al ser consciente de la libertad de mis pensamientos amorosos y llenos de lujuria hacia ella, así que para no arruinar mis planes decido bloquear mi mente y abrir los ojos frunciendo los labios puesto que un sólo pensamiento tiene el poder en mi cabeza delirante ,y es que ella ya es mía aunque no lo sepa, y esto es sólo el inicio de mi dulce condena.