Los Siete Pecados Capitales

Reina y objetivo

Comencemos por la parte en la que me doy cuenta de que soy casi una reina para algunos clanes Katil. Me consideran su reina y eso no es todo, creen que los voy a llevar a un "Nuevo Mundo". Lo más que me preocupa es este "Nuevo Mundo". Qué quiere decir "Nuevo Mundo" es algo que anda rondando en mi cabeza desde que me lo dijeron. Deline me ha pedido no salir de la habitación para que no me vean. Imagino que será porque me idolatran y harían algún tipo de reverencia ante mí.

Deline se ha encargado de ponerme al día con estas cosas y ha sido realmente amable de su parte, lo cual es extraño considerando que me odiaba hace un año. Bueno, mi padre me explicó que todo era una fachada, su mal trato hacia mí y todo eso era una manera de proteger mi identidad, ya que él y Deline sabían que yo era el Padre. Lo más increíble es que lo ocultaron por años. Ellos sabían que yo era el Padre porque mi padre conoció al verdadero Ira. Intentaron ocultar al chico y cuando su madre se enteró de lo que era realmente su hijo, lo mató y se suicidó. Un final bastante trágico y conveniente para mí.

Me alisté para salir con Deline, quien me llevará a París y buscará los restos del chico. Justo cuando terminé de alistarme, Deline entró a la habitación.

- ¿Lista? - preguntó y yo asentí al instante-. Bien. Él es Robert- introdujo al señor que entró justo después de que lo nombrara-. Nos ayudará a buscar los restos del chico.

-Hola- dijo estirando su mano derecha para estrecharla con la mía-. Es un placer-dijo al tiempo que estrechaba mi mano.

-El placer es mío- dije soltando su mano.

-Vamos-dijo Deline al tiempo que abría un portal.

Cuando pasé por el portal llegué a un auto vacío. Me senté en el asiento trasero y esperé a que Robert y Deline pasaran por el portal. Deline se sentó en el asiento del conductor y Robert a su lado de pasajero.

- ¿Ahora qué? - pregunté ya que no me habían dejado ningún plan en mano.

-Ahora tú- me señaló con un dedo Deline- esperaras aquí en el auto. Robert y yo nos encargaremos del resto.

-O sea, que vine solo para esperar- dije tan confundida que incluso sonó como pregunta.

-Prácticamente, sí. Solo necesitábamos al Padre cerca para que la ubicación se nos revele de manera más simple.

Suspiré frustrada. ¡Quería algo de acción! ¡Además, van a entrar a Museo Louvre de París! No es cualquier museo.

-Si pasa algo, -levantó un dedo- ve al puente de los candados. Si vas al puente uno de mis portales se activará y podrás huir. Si no volvemos en una hora, vete.

-Pero podría ayudarlos...

-Vete- ordenó con voz dura.

-Bien- suspiré resignada y me cruce de brazos.

-Vamos- se dirigió a Robert. Ambos bajaron del auto y fueron directo al museo.

La verdad esperar era bastante aburrido y no tenia nada mas que hacer que contar palomas o personas. Juguetee con mis manos y me comí un pastelillo que Deline había dejado en el auto. Encendí la radio y para mi suerte suena Shape of You, quiero que sepan que odio esa canción. Cambié la emisora y el radio dejó de escucharse. Me pareció extraño y la volví a cambiar... nada. Volví a poner la horrorosa emisora con Shape of You y tampoco se escuchaba. Genial. Solo habían pasado cuarenta minutos desde que mi hermana ingresó al museo. Miré por el cristal delantero del auto y encontré un hombre que hace minutos no estaba ahí. Tragué saliva. Al instante salió Deline del museo corriendo como bala. Traía una mochila y justo detrás de ella estaba Robert. Vi cómo mataron a Robert de un tiro en la cabeza y decidí encender el motor del auto y para mi suerte no quería encender.

¡Es culpa de Shape of You! También de la estúpida radio por poner la canción.

Salí del auto y Deline corría como demente.

- ¡Puente! - la escuché gritar.

Salí corriendo con ella mientras escuchaba tiros. Me agachaba a medida que los escuchaba, después de todo cuando soy humana mi piel es frágil. Deline rápidamente me dio la mochila para poder hacer portales con las manos. Hacia portales para que las balas no nos dieran, la gente corría como loca. Cuando llegamos al puente Jake estaba ahí, me sorprendí. Vino a matarme. Pensé. Sacó un arma y Deline y yo quedamos paralizadas. Apuntó a nuestra dirección y Deline comenzó a mover sus manos para crear otro portal. Cuando disparó, le dio a los hombres que iban tras nosotras. Deline me miró completamente interrogante y yo solo le respondí levantando levemente los hombros porque tampoco sabía la respuesta.

-Qué hacen ahí paradas- nos gritó Jake-. ¡Corran!

Deline salió de su trance y corrió al puente para que el portal se activara. Cuando estuvimos ahí el portal comenzó a activarse y cuando nos transportamos caímos en una montaña bastante empinada ya que rodamos por toda esta. No solo entramos nosotras en el portal ya que no se cerró a tiempo. Me dolió rodar por todo el lugar y cabe mencionar que mi hermana no pudo escoger otro lugar que no tuviera... ¡NIEVE! Con la ropa que traía puesta se me congelaba el trasero mientras me golpeaba con los gigantescos arboles que había.

Dejé de rodar cuando me golpee fuertemente la espalda con un árbol. Lloriquee un rato cuando me dispuse a ponerme de pie porque me dolía todo y encima hacía más frío que en el culo de un pingüino. Aun traía la mochila con los restos del chico y eso ya era un avance. Me recosté un momento del árbol porque me dolía demasiado.

¡Se supone que soy el mago mas fuerte! ¡¿Quién inventó esa basura?!

De repente se escucharon otra vez los tiros y le di rápidamente la vuelta al árbol para cubrirme de los disparos. Me asomé lentamente para ver y casi me disparan. Era más fácil quedarme detrás del árbol. De un momento a otro la nieve se movía delante de mí. Me espanté porque eso definitivamente no era normal y de un segundo a otro me estaban estrangulando.

Sin aire, no hay fuego.

De la misma forma me estaban matando. Traté de elevar mi temperatura, pero no funcionó y la nieve estaba tan pesada en mis pies que patearlo sería un intento bastante desesperado. Mi piel comenzó a transformarse en escamas y mis manos en garras. Sostuve las manos de la persona invisible y enterré mis garras. La persona automáticamente me soltó con un quejido. Tome aire desesperada y lleve mi mano a mi cuello como si esto me permitiera respira mejor. Su sangre lo delataba, no importaba cuan invisible podría ser. Me abalancé sobre él y lo enterré en la nieve con el peso de ambos. Comencé a estrangularlo con mis garras y solo conseguí matarlo más rápido debido a que se las enterré en el cuello. Cuando lo maté dejo de ser invisible el hombre y me sorprendí al ver que era un antiguo compañero de Casio. Casio pertenece a los Katil, o sea, a los que apoyan al Padre.

¿Por qué él intentaría matarme? ¿No se supone que este de nuestro lado?

Enseguida mi mirada cayó sobre mi hermana, quien al parecer no me había contado todo lo que había pasado este último año.