Capítulo 20

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La historia no me pertenece, todos sus derechos a la maravillosa escritora Gerri Hill.

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Ya eran más de las cuatro cuando por fin Lauren llegó al barrio de Camila. Estaba completamente saturada de datos. La señora Willis le había contado muchísimas cosas, recordándole de nuevo que lo hablado en el despacho de su padre no saldría de allí. Aun así, se había quedado atónita al enterarse del bajo salario que recibía Greg, sobre todo en comparación con el que recibían los encargados de planta.

Sin embargo, ahora no tenía tiempo para pensar en todo ello. Ya no le quedaba ropa limpia; lo primero que hizo al entrar en la casa fue ponerse manos a la obra y lavar la ropa sucia. Se quitó la ropa, quedando completamente desnuda, e introdujo la ropa en la lavadora. Dudó si añadir la ropa de Camila, pero después pensó que no sería educado dejarla allí.

Escogió las prendas de color de la cesta y las añadió a las suyas. La ropa blanca... bueno, podía esperar, ya que pensó que Camila la mataría si supiese que había estado rebuscando entre su ropa interior.

Se tomó un tiempo para leer su correo electrónico, complacida de enterarse de que a Normani le había encantado el primer borrador que le había enviado.

—Estupendo; a ver si así me deja en paz durante una temporada — murmuró para sí.

Contestó a su correo, contándole a Mani que no podría regresar hasta la semana siguiente como muy pronto. No dio detalles, convencida de que Mani se tranquilizaría ahora que ya tenía el borrador.

Después de darse una ducha rápida se puso un pants y aguardó pacientemente a que la secadora acabase su trabajo. Los pantalones tardaron siglos en secarse, y llegó a preguntarse si no tendría más remedio que ir en pants a casa de Sofi. No era una forma muy presentable de hablar de negocios con Greg.

Seguía paseando de un lado al otro del lavadero cuando Camila llegó a casa. Lauren asomó la cabeza en cuanto la oyó entrar en la cocina.

—¡Hola!-

—¡Hola, lolo! — contestó Camila, mirándola de arriba abajo, para después desviar la vista hacia la cocina —. ¿Qué es eso que huele?-

—Pizza — dijo Lauren sonriendo.

—¿Pizza? Creí que estabas intentando acumular puntos.-

—Ah, yo creí que te encantaba la pizza.-

—Claro que sí, sólo era una broma. Me ha llamado Sofi, y creo que tenemos una cita para esta noche.-

—No te importa, ¿verdad?-

—Por supuesto que no.-

—También he lavado la ropa.-

—Te estás volviendo toda una ama de casa, ¿eh?-

—Muy graciosa. No creas que no se me ha pasado por la cabeza robarte uno de tus pantalones.-

—Menos mal que soy más bajita que tú —dijo Camila dejando el bolso sobre la encimera; a continuación, se volvió de nuevo hacia su amiga — ¿Te has molestado al menos en incluir mi ropa? Odio el día de lavandería.-

—Pues sí. Me preocupa un poco ese suetersito que te pusiste hace unos días. No era para lavar en seco, ¿verdad?-

—No, eso no, pero no se debe meter en la secadora.-

Tras el telón de pino - Camren (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora