Capítulo 4

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Capítulo 4

—Siéntate, por favor — dijo el señor Ogletree señalando el sofá de cuero de su despacho; a continuación fue a buscar dos vasos al mueble bar — ¿Whisky o coñac?-

—Coñac, por favor.-

Le ofreció un vaso y después se sentó junto a ella en el sofá. Lauren bebió un sorbo en silencio mientras observaba la estancia. Los libros de leyes ocupaban toda una pared, pero las demás estaban repletas de fotos familiares. Reconoció en varias de ellas a sus hijos, un chico y una chica, junto con los que supuso serían sus nietos.

—Has cambiado muchísimo en estos últimos quince años, Lauren, y lo digo como cumplido. La niña traviesa que yo recordaba se ha convertido en una hermosa mujer.-

—Gracias.-

—¿Me permites preguntarte cómo te las arreglaste entonces? Por supuesto, si crees que no es asunto mío no tienes más que decírmelo.-

Ella se encogió de hombros.

—Al principio fue duro, muy duro. Cuando conseguí llegar hasta Los Angeles trabajé de camarera durante un año, ahorrando hasta el último centavo. Después entré en la universidad, yendo a clase de día y trabajando por las noches. Salió bien — dijo, repitiendo el gesto.

—Estoy convencido de que tu padre siempre esperó que te pusieses en contacto con él, a espaldas de tu madre. Los primeros años, cuando no conseguían localizarte, estaba fuera de sí, y culpaba de todo a tu madre. Si no fuese por el puesto que ocupaba en la comunidad, estoy seguro de que se hubiese divorciado de ella. Con los años, su relación se fue deteriorando.-

Carraspeó un poco antes de añadir:

—Disculpa. Seguramente no te interesa nada de esto.-

—La verdad es que todo eso me da igual, señor Ogletree.-

—Tutéame, por favor.-

—Está bien.-

—Tal vez esto no signifique nada para ti, pero tu padre se sentía muy orgulloso de su hija.-

—¿Orgulloso? ¡Yo era la deshonra de la familia! De hecho, ni siquiera me dirigió la palabra en las dos últimas semanas que estuve aquí. ¡Ni me miraba!-

—Bueno... para él fue toda una conmoción, Lauren.-

—De eso estoy segura, sobre todo porque el señor Mendes y él ya se habían puesto de acuerdo para casarme.-

Troy soltó una carcajada antes de tomar un sorbo de su bebida.

—Esa sí que fue toda una ironía: Shawn se fue a estudiar a una de esas universidades de la Ivy League, con la intención de cursar derecho. Lo siguiente que supieron sus padres fue que se había marchado a Nueva York para hacerse actor.-

—¿De veras? ¿Shawn?-

—Sí.-

—¿Y qué tal le fue?-

—Me dijeron que llegó a actuar en un par de obras de teatro en Broadway. Pero añadió encogiéndose de hombros — murió de sida hace ahora unos diez o doce años.-

—¿De sida?-

—Sí. Era gay.-

Lauren lo miró, atónita.

—¡Tremenda ironía, sí! Sería incluso cómico, si no fuese por lo de su muerte.-

—Sí, la situación fue bastante extraña. Me parece que para tu madre fue como si el mundo se derrumbase a su alrededor. Te envió lejos por ser homosexual y negarte a contraer matrimonio con Shawn Mendes, y resulta que unos años después se entera de que el yerno que había elegido también lo es. Y, créeme, el escándalo que se formó cuando todos se enteraron de que el quarter-back del instituto era gay fue mucho más grande que cuando se supo lo tuyo.-

Tras el telón de pino - Camren (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora