Edén { SECHEN / CHANBAEK }

Capítulo 3

—Tienes que quedarte aquí.

—¿Qué? ¿Estás loco? —Chen alzó la mirada de su delicioso plato para mirar al soldado con cara de asco— No pienso quedarme en Edén.

—¿Por qué? Fuera de los muros es peligroso.

—Pues resulta que yo he vivido todo este tiempo fuera de los muros y mírame, estoy perfectamente.

—Estás desnutrido.

—Casi perfectamente. —añadió Chen.

—¿Por qué no quieres quedarte aquí? —Chanyeol apoyó las manos en la encimera de la cocina, echando su cuerpo hacía delante— Tendrás comida y un hogar.

—¿Por qué quieres que me quede aquí? —Chen pincho con fuerza con el tenedor un trozo de pollo— ¿Por qué una maquinita te haya dicho quién soy?

—Porque eres inteligente. Afuera creaste esa cosa para regenerar la fruta, y dentro salvaste a BBH04 de la infección.

—Sí, bueno, no lo tendría que haber salvado si para empezar no hubierais creado esa enfermedad. —Chen arrugó la nariz mientras hablaba— Además, ¿qué mierdas hacia ese chico infectado?

—BBH04 se somete a continuas pruebas para comprobar su genética y rendimiento.

—¿Para qué?

—Para crear humanos y nuevas especies a partir de ellos.

—¿Qué? —Chen negó con la cabeza— Y ese chico, el del pelo naranja, ¿también lo usáis para eso?

—Ah, OSH94. —Chanyeol asintió con la cabeza— Le llaman el pequeño príncipe. Su genética es perfecta pero aún no han conseguido reproducirle. Por alguna razón que se desconoce, es estéril y su genética es difícil de tratar.

—¿Estéril? ¿Reproducir? Espera, espera, espera. —Chen dejó el tenedor sobre la mesa para centrarse totalmente en el tema de conversación— Me estás diciendo que esos chicos son como una especie de... ¿Sementales?

—Es más complejo que eso.

—Pero estoy en lo correcto.

—En cierta parte.

—Oh, dios. —Chen se tapó el rostro con ambas manos— ¿Por qué hacéis que dos chicos sean tratados de esa forma?

La expresión de Chanyeol pareció cambiar. Fue algo sutil, casi imperceptible. Pasó a estar más serio y con un brillo en los ojos de preocupación.

—Ellos no son chicos, son experimentos. —soltó en un murmullo como si fuera un mantra al que le habían obligado a repetir esa frase todos los días.

Chen iba a replicar. Aquello que estaba diciendo Chanyeol era una locura, como si le hubieran lavado el cerebro o algo por el estilo. Y no dudaba que así fuera, porque aquello de Edén nunca le había gustado a él y siempre tuvo la corazonada de que escondían secretos muy turbios para tener a su población controlada. Chen podía imaginarse todo aquello.

Pero no pudo decir nada ya que unos señores irrumpieron en la habitación de Chanyeol y miraron a Chen directamente. Solo eran un par de hombres con trajes blancos de soldados y un casco del mismo color tapando su cabeza y rostro. Aquellos soldados se acercaron a él sin decir nada, le agarraron con fuerza de sus brazos y le obligaron a ponerse de pie.

—Esperad, ¿quienes sois? —Chen empezó a ponerse nervioso y a patalear. Una lástima que Chanyeol no le hubiera quitado todavía las esposas— ¡Soltadme!

Uno de los soldados sacó una aguja con un líquido semitransparente en su interior de uno de los bolsillos de los pantalones de su uniforme. Chen miró a la aguja y abrió los ojos como platos, pataleando con más fuerza. Miró a Chanyeol para suplicarle ayuda con la mirada, pero el chico permanecía inmóvil en su sitio aunque con un gesto en el rostro que indicaba preocupación. El soldado terminó por pinchar el cuello de Chen con la aguja e inyectarle aquel líquido que contenía.