Edén { SECHEN / CHANBAEK }

Capítulo 8

Nunca pensó que volvería a sentirse tan libre hasta que OSH94 consiguió abrir las puertas y un mundo nuevo apareció ante ellos, aunque solo era un pasillo frío que conducía hasta lo que se suponía que era la ciudad de Edén.

No esperaron mucho más, y como empujados por algo, volvieron a correr tomados de la mano. A Chen se le cortó la respiración cuando salieron a la luz, o más bien a la noche, de la ciudad. Luces neón, carteles led gigantes y edificios modernos que parecían llegar hasta el cielo era lo que les rodeaba. Las personas caminaban de un lado a otro, hablando animadamente con sus compañeros, sin prestarles atención. Todos llevaban los pelos de colores, al igual que los ojos, y eran de una belleza que sorprendió a Chen, como si los hubieran operado haciendo que parecieran auténticas muñecas casi idénticas entre sí.

Chen divisó una pareja de soldados que llegaban desde la punta de la calle, por lo que empujó al chico hacía una calle estrecha y menos concurrida. Volvieron a avanzar tomados de la mano, aunque esta vez no corrían ya que eso les delataría.

—No podemos seguir con esta ropa. —dijo Chen al darse cuenta de ese detalle. Los dos iban con ropas blancas con algunos adornos simples en azul. Se notaba de donde venían.

Chen se acercó a un puesto de ropa en el que tenía algunas prendas expuestas en la calle con carteles de oferta. Esperó cerca a que el dependiente entrara en la tienda y entonces se acercó con sigilo y tomó varias prendas, volviendo a correr hacia donde estaba OSH94.

—Toma.

De todas las cosas que pudo pensar, no se imaginó que el chico se desnudara en plena calle delante de él para cambiarse de ropa. Chen abrió los ojos como platos y tuvo que llevarle a un lado oscuro, o al menos poco iluminado a comparación con el resto, para que el chico pudiera cambiarse sin llamar la atención más de lo que ya había hecho. Chen suspiró, desviando la mirada para poder cambiarse él con su rostro totalmente rojo. Sabía que había visto varias veces a aquel experimento desnudo, pero otra cosa diferente es que aquel chico le viera a él sin ropa.

—N-No mires. —tartamudeó sin mirarle, dándole la espalda mientras se quitaba rápidamente la ropa y se volvió a vestir con la que había "cogido prestada". Se dio la vuelta para ver como OSH94 efectivamente no le estaba mirando y simplemente observaba la calle— Ya. —nada más decir eso, el chico unió su mirada con la de él y Chen volvió a quedarse sin aliento— Vamos.

Empezaron a caminar por la calle, esta vez mucho más tranquilos aunque siempre en alerta, pero se habían vuelto a agarrar de la mano como si eso ya fuera costumbre para ellos. Para Chen esto era algo raro, él nunca tenía muestras de afecto, y mucho menos con un chico que casi ni conocía. Pero aunque era raro no le incomodaba, todo al contrario, se sentía muy seguro agarrado a esa mano, como si supiera que había alguien protegiéndole. Aunque no sabría bien decir quién protegía a quien.

—¡Sehun! —una mujer apareció corriendo por un extremo de la calle chillando aquel nombre. Unos metros delante de ella, había un carrito de bebé que rodaba cuesta abajo, en dirección a una carretera llena de coches— ¡Sehun!

El experimento soltó la mano de Chen para correr a toda velocidad, sorteando a las personas que había en la calle. Chen no pudo ni casi reaccionar, el chico había intentado frenar el carrito del bebé, pero al ver que el niño podría caerse de él por el movimiento, decidió tomar al bebé entre sus brazos y sacarle del carrito, el cual siguió hasta la carretera y un coche se lo llevó por delante.

La mujer llegó llorando hasta el chico, repitiendo el nombre de su hijo una y otra vez entre sollozos. OSH94 le entregó a su bebé y la madre lo abrazó al instante, revisando después de que no le hubiera sucedido nada.