Visita de niños

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Un nuevo día, pero este era diferente de los demás, ya que ese día recibirían una visita de los cursos menores del la escuela. Esto dejaba muy emocionada a la pelinegra ya que no podía esperar para ver todas esas tiernas y adorables caritas infantiles.

Ya camino a la escuela se encontró con Osano, quien la estaba esperando en la entrada de su casa.

-Otra vez tarde Baka!

-Lo siento, me quedé dormida...

-No se puede esperar nada más de alguien como tu.

Ayano decidió no responder, ya que no quería armarse lío con Osano en un día especial como ese.

-Mira Osano! Los cursos menores llegaron!

-Y que? Tampoco es que me interese...- Dijo este con un tono de seriedad y un poco de enojo, pero sin dejar de lado el típico sonrojo que tenía cada vez que estaba cerca de la pelinegra.

-Se ven todos muy tiernos!

-Ya solo entremos.

Al llegar a su salón, la chica vio que delante de ella se sentaría un de los menores, este tenía la cara más tierna que alguien hubiera visto, su pelo estaba un poco desordenado y era de un color negro también en su pelo tenía un pinche de corazón color rojo.

-Osano un menor se sentará frente a mí.

-Y por qué me lo dices a mí? No es como que me interesaras...- En realidad a Osano si le interesaba la vida de su amiga, solo que se fingia despreocupado para que ella no lo notara, pero de nada servía, ya que era obvio que se daría cuenta si cada maldita vez que estaba con ella se ponía como un tomate.

-Iré a hablar con él- Dijo la pelinegra mientras se acercaba al menor, y Osano aún no se percataba de esto ya que seguía en su debate mental de "me confieso" o "no me confieso".

-Hola pequeño- Saludó la chica al menor haciendo que este se sobresaltara e inmediatamente se volteara.

-Muy buenos días- Saludo el pequeño un poco nervioso ante la presencia de alguien mayor.

-Dejemos las formalidades- Dijo la chica con una una pequeña risa- Mi nombre es Ayano, pero puedes decirme Yan-chan, y cual es tu nombre pequeño?

-Mi nombre es Hanako Yamada.

-Lindo nombre.

Osano por fin despertó de su debate mental e inmediatamente se dirigió a la pelinegra y la apartó del menor.

-Yan-chan ya debes sentarte, Mido llegará pronto y va a enojarse si no te ve en tu asiento- Le advirtió el pelinaranja a su amiga, dándole una sonrisa burlona, pero al mismo tiempo lanzandole una mirada fría a Hanako.

Ya terminadas las clases todos los amigos (Ayano, Osano, Kizano, Mido como rata espiandolos :v, Oko, Amao y Hanako) fueron a la azotea para almorzar. Ayano se sentó junto a Hanako lo que molestó un poco a los demás, quienes se encontraban sonrojados y con la vista clavada en la pelinegra. Pero el enojo se fue cuando Amao saco un delicioso pastel que el mismo había preparado, no hacía falta decir que estaba delicioso, y todos los amigos hablaron durante todo el almuerzo, los chicos intentando captar la atención de Ayano, y esta estaba intentando conocer mejor a Hanako.

Al entrar nuevamente a clases Mido se  notaba más distraído de lo normal con la pelinegra, esto molesto a Osano pero no podía reclamarle eso al profesor, y a Hanako tampoco le gustaba esa atención que Mido tenía con Yan-chan, y ese era el problema, a Hanako no le gustaba la atención que las demás personas tenían con la única persona que había sido buena con el ese día. Lamentablemente alguien más había caído en los encantos de la pelinegra. Hanako estaba dispuesto a pedir a sus padres que lo adelantaran de año escolar con el único fin de proteger a su chica de todos esos hombres.

Ya era fin del día y el único que se encontraba cerca de los casilleros era Osano, quien sostenía una carta con un corazón en ella, el estaba parado frente al casillero de la pelinegra dudando en si poner la carta o no, finalmente se decidió.

-Mejor la pongo otro día, primero tengo que conocerla mejor y ganarme su confianza- Murmuró Osano mirando la carta con una pequeña sonrisa y con un sonrojo. Justo cuando guardo la carta en el bolsillo de su uniforme Yan-chan se asomó por la pared de atrás haciendo que el chico pegara un salto del susto.

-Osano que haces en mi casillero?

-Solo pasaba tonta! Me asustaste!

-Lo siento, ya vamos a casa. A si! Casi lo olvido hoy Hanako se vendrá con nosotros!

-Que?!

-Que pasa, dije algo malo? De todas formas Hanako vive dos casa mas allá de la mía.

-Esta bien... Pero para la próxima avisa con anticipación!

-Ok.

Y así termino otro día, en el camino Hanako les contó lo que le diría a sus padres para que lo dejaran estar con los de años mayores, ante esta idea hubo dos reacciones: Ayano estaba feliz a más no poder y Osano solo dio un suspiro pesado y miró a el menor con enojo, pero inmediatamente se tranquilizó al ver la cara de felicidad de la persona que le gustaba. Lo malo es que como Osano se quedó vagando en sus pensamientos de niñito enamorado, no se dio cuenta de que ya habían llegado a la casa de la pelinegra y Hanako se había ido, y para rematar Ayano le dio un beso en la mejilla a Osano junto con un "hasta mañana amigo" lo que hace que el pobre casi se desmaye de la felicidad. Se fue a su casa aun con la cara como un tomate, solo dejó sus cosas en su habitación, hizo los deberes de la escuela y se dejó caer en su cama cayendo profundamente dormido, había sido un largo día. Y por parte de Ayano, dejó las cosas en sus habitación, hizo los deberes de la escuela y se sentó en su ventana a pensar sobre lo que había pasado ese día, pero por sobre todo se puso a pensar en en momento de que encontró a Osano frente a su casillero, vio que tenía una carta en su bolsillo y estaba casi segura que lo que la carta tenía era un corazón, pero la carta no podía ser para ella, o si? Esas preguntas y muchas más se cruzaban por la cabeza de Yan-chan, y si previo aviso se quedó profundamente dormida aun metida en sus pensamientos.

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Capítulo largo :)
Me llegó una ola de inspiración🌊🌊
Byeee😘😘😘

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