Sera correspondido?

Sola contra el mundo

Tomó su celular apenas este comenzó a sonar. Estaba desesperada, necesitaba desahogarse con alguien, y su madre era la persona perfecta.

-¿Mamá...?

-¿Usted es la hija de la señorita Ryoba Aishi?- Una voz masculina se escuchó a través del teléfono. Claramente la voz era de un hombre, pero la chica dudaba que ese hombre fuese su padre.

-Sí... ¿Y mi madre?

-Pues  verá... la llamamos desde Tokio, lamentamos informarle que su madre fue arrestada por asesinato  de 10 personas hace algunos años, su padre fue arrestado por ser cómplice y se encuentra siendo interrogado ahora mismo. Lamentamos darle esta noticia tan precipitadamente pero como su familia necesita saberlo- La chica soltó unas cuantas lagrimas cargadas con la tristeza que hace años no sentía. Siempre supo que su madre no fue una persona "correcta" cuando estuvo en la escuela, pero nunca pensó que fuera una asesina, y que su padre fuera cómplice de todo eso solo hacía que el dolor fuera más fuerte. Ahora estaba completamente sola contra el mundo, no podía digerir tal noticia menos estando peleada con sus mejores amigos.

-Y-yo... ¿E-esto es una b-broma verdad?- Su voz estaba quebrada, su vista se volvía borrosa poco a poco y amenazaba con estallar en llanto en cualquier momento.

-Lo siento... espero que pueda asimilar la noticia. Adiós...- Apenas el hombre al otro lado de la línea corto el teléfono la chica cayó al suelo destrozada...

Un grito desgarrador seguido de un fuerte llanto se escuchó por toda la casa.

                    (Un rato después)

Ayano estaba encerrada en su cuarto llorando. Necesitaba calmarse y pensar sobre la situación, pero la imagen de su madre en la cárcel la atormentaba a cada momento.

Luego de un rato sonó el timbre, la chica no quería abrir la puerta pero la insistencia de quién tocaba el timbre la obligó a abrir aún con lágrimas en los ojos. No pudo disimular su sorpresa cuando vio que sus 10 amigos se encontraban ahí, algunos la miraban con sorpresa y otros con pena pensando que ellos eran los causantes del llanto de la chica. Sin poder contenerse la pelinegra se lanzó a los brazos de quien estaba frente a ella, esa persona era Osano quien la miró extrañado y un poco apenado al ver que la chica rompía en llanto.

-Yo... ya déjame me asfixias niña- Dijo Osano un poco fastidiado y avergonzado por el hecho de que la pelinegra no se quería separar de él.

-¿Qué tal si mejor entramos y hablamos?- Propuso Aso sonriendo como siempre, pero en su mirada se podía percibir un poco de angustia. Los demás sólo asintieron en silencio y llevaron a la chica adentro, se sentaron en el sofá rodeando a la chica esperando atentamente que esta les contara la razón de su llanto.

-Yo... ella... no creí que fuera una asesina...

-Wow, wow, wow, espera un momento ¿Quién es una asesina?- Dijo Kizano incrédulo ante lo dicho por la pelinegra.

-Mi madre... fue arrestada por asesinato... y mi padre también está arrestado por ser cómplice- Dijo la chica con sus ojos llorosos, tener a los chicos como apoyo la ayudaba bastante pero no lo suficiente como para poder sacarle esa horrible imagen mental que tenía sobre su madre en ese momento.

-Bueno... supongo no podemos hacer mas que darte apoyo- Dijo Osoro mirando instantáneamente hacia otro lado completamente avergonzado.

-Tranquila Yan-chan, ¡yo te apoyaré siempre!- Dijo Hanako haciendo una pose de superhéroe lo que le sacó una pequeña risa a la chica.

Pasaron el rato haciendo bromas y contando chistes lo que logró tranquilizar por completo a la pelinegra, sin embargo, su tristeza no desaparecería tan fácilmente. Llegó el momento donde los chicos tuvieron que irse, Hanako se ofreció a quedarse con la chica a lo que ella aceptó feliz.

Los 9 restantes se fueron juntos, ahora eran un poco más amigos, pero nunca olvidaban que seguían siendo rivales por el amor de la pelinegra. Al salir de la casa de la chica siguieron contando chistes y riéndose de lo malos que eran. Ninguno notó la presencia de alguien que los observaba desde las sombras, cuando los chicos se alejaron el chico de pelo negro que los observaba soltó una pequeña risa.

-Que mal... mis futuros suegros están en prisión. Al menos aún tengo a mi querida Ayano- Luego de decir aquello rió como un loco mientras escondía un cuchillo en su chaqueta y se dirigía a la dirección contraria donde fueron los chicos.

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Lo se, lo se... soy un asco creando suspenso pero al menos lo intento.

Al principio tenia una idea para el capitulo pero despues no me agrado asi que lo borre y comence de nuevo, asi que perdon por la demora ¡No me maten!

Vamos a los principal ¿Les gusto?

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Byeeeeee😘😘😘😘😘😘😘