Capitulo 7

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Me desperté, en una celda sucia, no tenía ni idea de donde estaba, no sabia que hora era, que día era, estaba perdido. Estaba recostado a un costado, todos mis compañeros estaban ahi, al ver que me reincorporaba me dirigieron miradas que se clavaron como espadas ardientes en mi, sentía la culpa totalmente, en el centro del cuarto estaba Sergei, su cadaver parecía un recordatorio de mi falla, solo estaba ahí y me hacia mas daño que las miradas de todos mis compañeros. Tenia mucho hambre, hacia seguro un día que no comía, y conocía a los nazis, probablemente iba a ser mas tiempo.
Tenía varias dudas a todo esto, ¿Porque Sergei? Confiaba en el, ¿iba a ser lo mismo con los demás? ¿Incluso Karla? Pero había otra que me venia carcomiendo, cuando habíamos hecho aquella misión de los trajes, me encontre a aquella nazi, Viveka, se supone según los criterios del tercer Reich no debería de haber mujeres en sus filas, pero aun así ahi estaba ¿Que tenia de especial?
No pude pensar lo suficiente en la oscuridad que escuchaba un leve sonido algo arrastrandose varias veces en una de las esquinas, pero no podía ver muy bien de que se trataba, hasta que mis ojos se acostumbraron, Vanya estaba haciendo algo sentada en esa esquina, estaba a mi izquierda, tambien lejos de los demas, la celda era bastante grande, de unos 15 metros cuadrados.
Me acerque a Vanya, las miradas de mis compañeros de pelotón se sintieron mas fuerte que nunca cuando me levante tembloroso, pero continuaron hablando entre ellos entre murmullos, algo que no habia detectado antes es que Viveka dormia junto a Vanya, Karla dormía en otra esquina, Aixa hablaba con Perez y los demas formaban una especie de circulo deforme para hablar entre murmullos que no podía descifrar debido a que aun me recuperaba del golpe.
Me sente junto a Vanya en silencio, no sabía que decir pero al ver que estaba con Viveka a su izquierda supuse que no le molestaba.
-¿Qu...- empecé
-Un arma, ¿No planeabas quedarte aqui para siempre o si?- dijo rapidamente.
-Debería, todo esto es mi culpa.- susurré.
-No te culpes, no todo puede salir bien... ¿O si?- me dijo dirigiendome una sonrisa.
-Yo...- no pude continuar ya que se empezaron a escuchar muchas pisadas acercandose, malas noticias. Entraron cuatro hombres, tres apuntaban al resto y el otro era mi padre, que dirigió una mirada feliz a cada uno de los miembros, maldito bastardo.
-Hijo mio, vas a venir conmigo.- dijo y entró un quinto hombre y me arrastro del brazo mientras intentaba forcejear inutilmente, el hombre de unos 40 años era demasiado fuerte incluso para mi.
Me pusieron una bolsa de tela en la cabeza y me llevaron arrastrando por varios minutos pasando por pasillos que parecían interminables. Hasta que escuche una puerta, me empujaron dentro y me ataron las manos y los pies para luego sentarme en una silla. Me sacaron la bolsa de la cabeza y los destellos de luz me dieron en la cara fuertemente pero fuí acostumbrandome a la luz lentamente.
-Hola, hijo mio.- Dijo mi padre sentado al otro lado de un escritorio, yo estaba frente a el.
-Pudrete- Dije con total desprecio.
-Voy a serte sincero...- Dijo ignorando lo que dije.- Intente matarte ya, el ataque a la base en Rusia, luego plante el cebo del barco y a Sergei... Pero aun así no pareces morir de ninguna forma.
-Hazlo ahora entonces, hijo de puta.- dije con mucha furia.
-Oh, lo hare- dijo entre risas- pero primero te hare sufrir, matando a cada uno de esos que vinieron contigo.- dijo mientras acercaba un cuchillo que bajo el foco parecia brillar como las estrellas en el campo.

Cuando tenia el puñal en mi cara, empezó a sonar una alarma que llamó la atención de mi padre, distrayendolo. Aprovechando la poca distancia entre mi padre y yo, le di en el menton con mi frente desconcertandolo y haciendo que se caiga su puñal. Mientras gritaba de dolor me arroje al piso y empece a cortar mis ataduras. Era mi oportunidad de matarlo, pero tenia que ir a buscar al peloton, una vez que salgo veo a varios soldados viniendo hacia mi, era un pasillo largo, pero la oficina estaba al principio de uno de los lados. Corrí hacia este y giré a la izquierda, el lugar era un laberinto. Al girar a la derecha en el siguiente pasillo estaban Vanya y Karla revisando unas habitaciones y al verme se alegraron.
-Estas vivo.- dijo Karla.- Debemos irnos de aqui, el resto del peloton esta tratando de encontrar la salida.
-Vayamos con ellos, escapemos de este lugar de una vez.- dije, Vanya me lanzó una pistola.
Avanzamos por los pasillos buscando el origen de los disparos, pero el eco lo hacia dificil, en algun punto los encontramos, pero los gemelos Pines no estaban con ellos.
-Los perdimos hace rato, no podemos volver por ellos.- dijo Vincenzo.
-Sé como salir, he visto un mapa.- dijo Perez.
-Te seguimos, revisen cada angulo, al primer hijo de puta que aparece lo dejan como a un queso.- dije.
Empezamos a movernos rapidamente tras varios pasillos, bajamos algunas escaleras y nos metimos a un ultimo pasillo. Todo esto mientras los gritos alemanes y los disparos no dejaban de sonar ni un segundo. Logramos salir y afuera habia aún mas soldados esperandonos. Era el fin, nos podiamos dar por muertos. Ya no habia donde huir, quedarse o volver significaba enfrentarse de una u otra forma. Pero entonces varios empezaron a caer, unos tras otros tras el silbido de balas.
Nos miramos extrañados, pero no tardamos mucho en notar a Vallejo y a Diana saliendo de detras de unos árboles (estabamos en medio de la nada), junto con otros dos hombres con armas con silenciadores.
-Tu plan no funcionó muchacho.- me dijo Belen.
-Si, pudrete.- dije y me dirigió una sonrisa.
Nos dirigueron hacia un helicoptero, subimos todos y volamos por un buen rato, en todo el trayecto no pude descansar, el resto si pudo. Yo no podía con la culpa y con el hecho de que podria haber acabado con mi venganza.

Matt y George probablemente estaban muertos, y de los restantes solo quedamos Perez, Jeremy, Vincenzo, Vanya, Karla, Aixa, Viveka y yo. El resto fueron reasignados o dados de baja. Los que quedamos teniamos nuestras razones para estar, no sabia la del resto, pero bien conocia mi sed de venganza. Nos dejaron tranquilos durante unos meses, desde mayo a octubre aproximadamente. En todo este tiempo me esforce por generar lazos entre todos, que nos llevaramos bien, pues Belen se fué, no recuerdo donde, y Diana y yo quedamos a cargo. A finales de 1940 Alemania se enfrentó al único que quedaba en pie de Europa, Inglaterra. No tardo en ponerse dificil, ya que entre ambos países empezaron a bombardearse. Miles de bajas civiles de entre ambos países se podian contar, esto duro hasta mediados de 1941 si mal no recuerdo. Nosotros tuvimos una breve intervencion. Pues nos encargaron defender a los bombarderos Ingleses en una de sus misiones. Como bien saben yo no tenia muy bien lo de pilotear, por lo que me pusieron junto a Karla (que era la mejor del grupo), ella piloteaba y yo disparaba. No fuenalgo muy dificil ya que por alguna razon no tuvimos muchas dificultades, y las pocas que tuvimos las pasamos con éxito. Pero este proceso nos dejo a todos muy marcados, ya que vimos ir y venir a miles de soldados y civiles heridos durante este proceso, y creanme, es algo que queda grabado, muy grabado en uno.

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⏰ Última actualización: Feb 14, 2019 ⏰

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