Soy Chelsie Smith.
Tengo 16 años y voy a cursar Primero de Bachillerato. Vivo en Portland con mi madre, mi padre nos abandonó sin ninguna razón, así que mi madre y yo ya nos hemos acostumbrado a a vivir sin un hombre en nuestras vidas.
Después de qu...
Estoy arreglándome en la casa de Sam, la verdad es que prefiero hacerlo allí porque amo a su madre. Ella es mucho más simpática que mi madre y me trata como si fuera su otra hija.
-Sam, no tengo nada que ponerme.
-Tranquila, busca en mi armario, seguro algo te gustará.
Abro su armario y tras dos minutos buscando encuentro un vestido que me encanta y me queda a la perfección.
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Cuando termino de probármelo, le pregunto a Sam que como me queda.
-Fantástico, esta noche triunfarás- dice guiñándome un ojo.
Ruedo los ojos y me voy hacia el cuarto de baño para maquillarme. Para ir a fiestas me pinto mucho más que para ir al instituto. Me echo una capa de maquillaje en la cara y me pinto sombra de ojos blanca, ya que mi vestido tiene detalles en blanco. Tras las sombras me pinto la raya del ojo y los labios de color rojo. Me echo perfume y ya estoy lista, al igual que Sam.
Ella se ha decantado por un vestido color lavanda.
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Como ya estamos listas nos despedimos de su madre y vamos a recoger a Lucas a su casa. Prácticamente las casas de Lucas y Sam están al lado de la mía, por lo que somos vecinos.
Tocamos a la puerta y nos abre Lucas con una gran sonrisa.
-¡Hey, chicas! ¿Estáis listas para despedir el verano?
-Pues claro- decimos entusiasmadas Sam y yo.
Cogemos el autobús que nos lleva a la casa de Jonathan, ya que ninguno de nuestros padres nos pueden llevar. Bajamos del autobús y nos encontramos con muchas personas en el porche. Algunas fumando, otras bebiendo de unos vasos rojos que a saber que contienen, otras liándose.. En fin, pasamos de largo y entramos a la casa. Dentro de la casa hay más personas, la mayoría está bebiendo y bailando.