T R ES

2K 55 1
                                        

Como ayer fuimos a la fiesta supongo que nadie irá al instituto, así que puedo estar un rato más en la cama. Hmm, cuanto amo dormir. Miro hacia un lado y me encuentro a mi mejor amiga. Había olvidado que ella estaba aquí conmigo. Tengo que llevarla a su casa o sus padres sospecharan algo.

-¡Sam!

No se despierta.

-¡Saaaaamm! !Despiertaaaa!- le chillo en su oído.

Ella pega un salto y se da con la pared. JAJAJAJAJA. Eso ha sido muy gracioso.

-Auch.

-JAJAJAJAJA. Sam ve y date una ducha con agua fría y ahora te doy una pastilla para la cabeza.

-Vale.

Sam se dirige hacia el baño y cierra la puerta. De mientras me pongo a organizar un poco el cuarto. 

5 minutos más tarde, Sam sale con una toalla en el cuerpo.

-Me duele mucho la cabeza- dice Sam.

-Voy a traerte la pastilla.

Cuando se toma la pastilla, por lo que parece se siente un poco mejor y podemos conversar.

-¿Qué te paso ayer?- le pregunto esperando a que me dé detalles.

-Bebí más de la cuenta. Pero no me acuerdo de nada.

-Fue Natalie quien me avisó de que estabas vomitando y quitándote prendas delante de adolescentes hormonados.

-¿QUÉ? Oh, Dios. Que vergüenza. 

-No te preocupes, todo el mundo podemos cometer fallos- digo intentando consolarla.

-Ya creo que estoy preparada para ir a mi casa, me encuentro mejor. Aunque me tienes que prestar algo cómodo de ropa. No me apetece ponerme el vestido ceñido de ayer.

-Vale, busca en mi armario y coge lo que quieras. Yo voy a ir preparando el desayuno.

Ahora que lo pienso no sé donde estará mi madre, aunque no le doy mucha importancia.

Prepara dos cafés y una tostada para cada una. Cuando Sam sale nos ponemos a comer. Al terminar, salimos a la calle y nos aire fresco en la cara. Genial, perfecto para que Sam se espabile.

-Chelsie, ¿que le diré ahora a mi madre?- inquiere un poco preocupada Sam.

-Dile que nos fuimos a dar una vuelta. Que volvimos un poco tarde y que no querías ir para no despertarla.

Asiente y seguimos caminando. Un minuto más tarde, ya estamos en la puerta de su casa. Me despido de ella y me dirijo hacia la casa de Lucas. No lo vi en toda la noche y me tiene bastante preocupada.

Cuando llego a su casa  me abre el propio Lucas. Voy a darle un abrazo pero me aparta. 

-¿Qué haces?- le pregunto, ya que mi mejor amigo nunca me había rechazado un abrazo.

-Tenemos que hablar- me dice serio.

-Soy toda oídos.

-Tengo novia- me dice escueto.

-¡Felicidades Lucas! Pero, ¿qué tiene eso de malo?

-Pues que es muy celosa y no quiere que tenga mejores amigas.

-Uff, Lucas te voy a decir una cosa. Una persona que te quiera de verdad entiende que puedes tener mejores amigas. Si esa persona no entiende eso, es muy egoísta. Pero no me digas ahora que vas a olvidar todo lo que hemos pasado juntos con Sam así porque sí.

Mi maldito hermanastroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora