12 || mistake

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2009.10.27

La brisa fría azotaba mis mejillas y mi cabello negro mientras caminaba por aquella pasarela de árboles cobrizos que decoraban el perfecto escenario de otoño en Daegu junto a la escueta ambientación de Halloween, festividad que estaba a la vuelta de la esquina.

Además, tenía la suerte de contar junto a mí con el chico que en estos cinco meses de relación se había ocupado de intentar hacerme sonreír siempre que podía y que tenía la bonita costumbre de siempre buscar mi mano con la suya para tomarla en cada paseo, tal y como estaba ocurriendo en aquel momento encontrándose mis dedos entrelazados con los suyos mientras volvíamos a casa después de que me hubiera recogido en mi escuela como siempre, pues él estaba en un instituto distinto.

Yo, que hasta ese momento había estado ensimismada observando cada detalle del paisaje pese a que fuera el mismo camino que tomábamos todos los días, me volví hacia Yoongi y lo miré mientras caminábamos en silencio pues, en ocasiones, las palabras no hacían falta entre nosotros ya que con la presencia del otro bastaba. Pero más pronto que tarde fui descubierta con las manos en la masa cuando este se dirigió también hacia mí, dándose cuenta que le miraba.

—¿Qué pasa, jagi? —preguntó dulcemente, con una sonrisa tan bonita que le daba mil vueltas a todas las maravillas del mundo.

—Nada —dije, sin poder evitar compartir su gesto en mis propios labios—. Es solo que te quiero.

Y entonces, cuando creía imposible que su sonrisa fuera más preciosa de lo que ya era, ante mi comentario se amplificó mas, con una vergüenza repentina, me privó de verla desviando la mirada hacia otro lado con las mejillas ligeramente sonrojadas como siempre ocurría cuando le decía algo así incluso después de tantos meses juntos.

—Yo también te quiero, más de lo que te imaginas.

Esta vez fui yo la que sonrió cuando Yoongi se acercó hacia mí depositando un beso en mi cabeza, aguantándome aquella sonrisa durante el resto del camino mientras hablábamos sobre cómo nos había ido el día a cada uno, los exámenes que estaban a la vuelta de la esquina y el partido de baloncesto que jugaría Yoongi el domingo siguiente.

Sin embargo, pese a que podía permanecer todo el resto del día con mi novio, al final acabamos llegando frente a la fachada de nuestras casas, las cuales estaban literalmente una junto a la otra, y era el momento de despedirnos hasta el día siguiente donde nos volveríamos a ver a la salida de clase pues, tristemente, no teníamos mucho tiempo para pasar las tardes juntos.

—Venga, vete, tienes que estudiar —dijo, tras estar conversando unos últimos cinco minutos.

—Hasta mañana, Yoongi.

Me puse de puntillas para darle un pequeño beso en la mejilla de despedida pero, cuando intenté alejarme, su mano que me había estado agarrando todo el camino no me soltó obligándome a permanecer allí.

—Vamos, ve —repitió, intentando parecer serio aunque estaba jugando conmigo.

Alzando las cejas, me reí de su actitud por no quererme soltar para que me fuera, acercándome por segunda vez él corriendo para darle un último beso pero esta vez en los labios. Y después, satisfecho, ya me dejó ir.


La repentina claridad en mi dormitorio al no haber cerrado las cortinas la noche anterior impactó contra mis ojos, logrando despertarme perezosamente mas, tras un bufido, me volteé hacia el otro lado de mi cama y volví a acurrucarme entre las mantas para seguir durmiendo. Pero ya era demasiado tarde, estaba despierta y pronto comencé a ser consciente de lo que pasó la noche anterior. 

first love❞ || min yoongi [SUGA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora