Capítulo 18 | Vuelta a casa

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Este cumpleaños sí que fue diferente. Diría que también el fin de semana, pero desde que vivo aquí en Sydney todo es fuera de lo común.

Desde haber conocido a Luke, hasta lo que ha pasado en cada fiesta que celebramos.

Necesito saber quién es él que me está haciendo la broma de la carta y los mensajes, y lo mejor, necesito saber que es una broma.

Sin embargo tengo miedo de contarle a alguien y que suceda algo peor.

―Vamos Sam, muero de hambre.― Hailee me arrastró hasta la cafetería.

Desde que recibí la carta no he pensado en nada más, si eso fuese real, ¿Realmente haré eso? No creo ser capaz de hacer algo así, y mucho menos quiero matar a alguien, pero me asusta lo que puedan hacerme a mí o a mamá, sé que ellos no se andan con juegos.

―¡Hola mi amor!― Calum corrió hacia Hailee con los brazos abiertos, pero ella lo esquivó.

Claramente ella no ha hablado con él para nada desde la fiesta. Todos quisimos explicarle, pero no nos escuchó, más bien no quiso entender. Tal vez ella necesita su tiempo.

Me dolió ver a mi mejor amigo ser rechazado, pero no puedo ponerme del lado de ninguno, a ambos los quiero, y quiero que estén juntos.

Llegamos a la mesa con los demás. De nuevo Ashton no se encontraba con nosotros, la pelea que tuvo con Luke acabó por distanciarlo más.

Aunque ahora prefiero eso, tampoco tengo cara para ver a Ash después de haberlo besado, sé que en algún momento tengo que afrontarlo, pero no ahora que quizás mi vida está en peligro.

―¿Sam? Tu teléfono está sonando.― Luke me sacó de mi ensimismamiento. Ni siquiera había probado bocado. Miré la pantalla, tenía miedo que fuese ese desconocido.

Me alarme al ver que si era un número desconocido, no pensaba responder pero la mirada de todos en mí me hizo hacerlo.

―¿Sí?...

¡Sam! ¡Me alivia que respondas!― La otra persona del otro lado de la línea ni siquiera me dejó hablar, reconocía esa voz.

―¡¿Ryan?!― Quise preguntarle más acerca de la llamada, pero él se adelantó.

Sí... escucha Sam, ¿Estás sentada?― Yo asentí, después recordé que él no podía verme. ―Si no, mejor hazlo, Sam... no pasó nada grave, pero tu madre tuvo un pequeño ataque por su enfermedad, pero ya se encuentra estable... no tienes nada que preocuparte...― Sé que esos ataques solían pasarle muy seguido cuando no tomaba sus medicamentos porque no teníamos el dinero suficiente para comprarlo, pero no eran muy graves, pero es imposible que no me preocupe.

―¿Pasa algo?― Calum y Luke preguntaron al mismo tiempo. Asentí sin quererlo, no creo que me hayan creído, pues su rostro sólo mostraba confusión.

¡Sam! ¿Sigues ahí?― la voz de Ryan me volvió a la realidad.

―Sí, sí. Saldré ahora mismo hacía allá.― Ryan agradeció, terminando la llamada. Yo tenía que haberlo hecho por avisarme.

No necesitaba nada más, Ryan ha sido el cardiologo que ha llevado el caso de mi madre, desgraciadamente una llamada suya significaba que mamá de nuevo estaba en el hospital.

―¿Ya nos dirás que paso?― habló Calum por todos, que miraban expectantes esperando una respuesta.

Asentí. ―Tengo que irme ahora mismo, mi madre está en el hospital y quiero estar con ella, no es nada grave, ya pasó lo peor, pero estar un poco lejos de ella es difícil, iré a verla.― Me puse de pie.

Sicaria | 5sosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora