Entrelazadas (Real-mente)

Twin's Scotland

"Cada momento que trato de mirar el cielo y pensar como ocurre de manera científica me pierdo entre la magia de la ficción..."

Pov.Omnisciente

En este momento odiaba el ruido de la gente, los autos de la avenida, maldita la hora en vivir en London. ¿Qué rayos estaba pensando? London le había dado color y cambiado el curso elemental de la vida.

Como era costumbre se dejó llevar por los brazos fuertes de Kara que continuaban aferrados a su abultada cintura como todas las noches. Era un encanto quedarse tirada un rato escuchando la respiración de la mujer de sus sueños, su gruñir y el gimotear antes de abrir los ojos. Algo muy típico, ya era cotidiano para su matrimonio de tres años y gozando de algo nuevo y extasiante, ser madres. Todo era para algo mayor eso decía el caprichoso hermano mayor; llevaba la mejor parte cargar a los retoños y tenia razón pero también existía algo...las hormonas jugaban malas costumbres. Estaba de malhumor, los pies hinchados y cada día ella tenía un capricho culposo de comida. Algunas veces la comida era su dulce esposa. Los nervios eran otro cuento estaban crispados y como un ritual para alejar malos pensamientos ella pintaba o fotografiaba. Su descolocada frustración y algo angustiosa era reducida con los extraños extractos provenientes de su tía abuela, una mujer muy sabia que amaba con locura a Lena y ahora a Kara, casi por anotado a los bebes. Todo lo contrario con su madre o padre, embajadores de Irlanda que la pasaban viajando que poniendo solo un poco de atención a sus hijos. Alexander su hermano era una ancla para no sentirse sola pero nunca lo estuvieron su tía abuela Lutessa adoraba a sus niños.
Creció en Irlanda y luego se mudó con sus padres al cumplir sus 15 años. Entró en una carrera de negocios internacionales pero a su vez llevó una carrera de fotografía, no tardó en volverse popular para los negocios como para atrapar la esencia de la naturaleza a través de su lente. A los 20 años discovery deseaba tener la proyección fresca y misteriosa de la joven Luthor, acepto el trabajo y comenzó su aventura. Todo iba bien dentro de su lado laboral pero eso que más anhelaba una relación estable paradise algo ajeno. Cada día un cerrojo más era colocado en esa materilizada puerta pero un día todo cambio. Su forma de respirar, sentir y sobre todo de amar.

Agosto por la mañana salió a dar una vuelta en bicicleta como un rito de bienvenida a London después de dos meses en Canada. Solo basto un momento para perder el equilibrio de su bicicleta. El motivo ver a la rubia que bailaba por la calle con los audífonos puestos, pensó que había encontrado a la mujer de sus sueños. Parecía ficción pero era pura magia.

Un golpe sordo se escuchó al llevarse las flores del puesto. Sintió el dolor recorrer en sólo instante y cerro los ojos con fuerza en el suelo. Patética y estúpida.
Abrió sus ojos para encontrarse el cielo en una mirada. La rubia que cantaba estaba ahí observandola y creyó haber muerto pero al sentir el dolor cruel de su hombro dedujo que estaba salido de su sitio.

-Debo estar muriendo -sonrió- pero te encontré antes de partir.

-No te muevas mucho -estaba sería y luego sonrió- y no te estas muriendo -escucho la angelical voz y luego todo fue un borrón.

Así fue como la conoció solo una frase sabían que estaban destinadas a ser. Lena luchó mucho ante la negativa de los padres de Kara y también ante la repentina y espontánea homosexualidad que vocifero según su recta madre. Ambas familias renuentes sobre la relación homosexual ante tanta negativa existió un faro, la abuela de Kara, Fiora, Alex hermana mayor de Kara que meses después salio del closet, diciendo que era bisexual y formalizó una relación con Samantha la mejor amiga de Lena, un mundo chiquito. Lex que le costo un poco acostumbrarse pero amaba a su hermana y adoraba a la joven rubia. También estaba la tía Lutessa no perdía tiempo enjuiciando el verdadero amor y mejor optaba por sentirse feliz por la pareja.