Luego de caer en un profundo y repentino sueño, Nayeon y las demás siguieron navegando en el mar de oscuridad en el que nadaba el vagón.
Nayeon comenzó a soñar. Era un sueño de lo que había hecho antes de entrar a la estación del metro y aún mucho antes de subir al vagón. Todo en esa memoria que ahora venía a ella, tenía que ver con aquella mujer. Tzuyu.
-¿Estás escuchándome? – Nayeon caminaba detrás de Tzuyu, mientras sacaba el último cigarro de la cajetilla.
-Fingiré que no… - a Tzuyu poco a poco comenzaban a brotarle las lágrimas.
-Como quieras, eso solo te hará más daño que afrontar la realidad. – decía Nayeon mientras encendía el cigarrillo.
-¿Por qué ahora? Pensé que todo estaba bien.
-Ya te lo dije, no eres tú, soy yo.
-Déjate de estupideces… - Tzuyu volteaba a ver a Nayeon – Dímelo claramente.
-Zhou Tzuyu – Nayeon se ponía frente a Tzuyu mientras aspiraba el primer aliento del cigarro con una mano, y con la otra acariciaba la mejilla de la chica – Soy una enfermedad. Tienes que alejarte de mi. Tarde o temprano me aburriré de ti.
-¿Por qué me dices algo así? Esta no eres tú, Nayeon.
-¿Por qué tienes que complicarme más las cosas, mujer?
-Solo quiero que me digas la verdad.
-Ya te la dije, allá tú si no la quieres escuchar. – Nayeon bajaba las escaleras hacia el subterráneo.
-Ven acá… - Tzuyu hacía lo posible por seguirla.
Nayeon llegó a la máquina de boletos y antes de teclear el número de Tickets que quería, Tzuyu presionó el número dos. A Nayeon no le quedó mas remedio que comprarlos. Los sacó y se encaminó a la barra, metió un boleto y pasó por ella, luego le dio otro a Tzuyu, permitiendole entrar. En ese momento fue que vio a Mina. Sus ojos se posaron en aquella mujer, quien al sentir la mirada volteó hacia donde se encontraba Nayeon. “Está buenísima” fue lo único que pudo pensar. La chica, al ver que Nayeon no le quitaba la vista de encima, sonrió. Ese gesto movió todo el interior de Nayeon, algo que desde hace tiempo ya no pasaba con Tzuyu. Quería ir a hablar con ella; si tenía suerte esa misma noche saldrían a tomar algo y después un poco de sexo casual no estaría de más. Pero para la mala fortuna de ambas, iban acompañadas; ella iba con Tzuyu, y Mina con sus amigas: Jeongyeon y Jihyo.
-No pienso alejarme de ti hasta que me digas la verdadera razón. – Tzuyu sacaba del trance en el que se encontraba Nayeon.
-Ya te la dije. – decía Nayeon mientras buscaba a la mujer de camisa blanca y jeans oscuros entre toda la multitud.
-Según tú el problema soy yo… dime ¿en qué he fallado?
-¿Podemos parar esto?
-No hasta que me lo digas. – el metro avisaba su llegada sonando el claxon, todas las personas comenzaban a acercarse mientras que Nayeon y Tzuyu seguían detrás de todos. Al ver que el vagón que estaba frente a ellas iba a llenarse, decidieron ir al del final, donde solo seis o siete personas estaban esperando.
-¿Y bien…? Dime… - Tzuyu tomaba el brazo de Nayeon, quien se sorprendió al ver a la mujer de hace rato. Esto la puso un tanto incómoda. Pero Tzuyu seguía aferrada a ella. Las puertas del vagón se abrieron luego de un pitido, y mientras subía, Nayeon comenzó a explicarle a Tzuyu todo lo que sucedía.
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S U B W A Y [Twice]
HorrorNueve desconocidas despiertan desconcertadas dentro de un oscuro vagón del metro de su ciudad. Cuando un hombre que solo se identifica como "El conductor" les da la bienvenida a lo que él llama "El subterráneo psicópata". ¿Podrán estas extrañas muje...