CAPÍTULO 8 *Tardanza*

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*Narra Ana*

Nos encontramos con Santiago a unas cuadras de donde nos había dejado Cecilia.

-¡¿Dónde está mi auto?! - dije furiosa al ver que él no lo tenía.

-No lo tengo, se están demorando demasiado en llegar así que me dijeron que había cambio de planes - dijo alejándose un poco, seguro porque previó que estaba por matarlo -. Se irán en avión hasta Illinois.

-¿No nos van a poder rastrear, verdad?

-Claro que no, no te preocupes... Tomen - dijo estirando la mano y ofreciéndonos tres pasaportes falsos con tres boletos de avión dentro - por si acaso - agregó mientras lo miraba seriamente - también les traje otra muda.

-¡El vuelo sale en media hora! - dijo Janaina mirando el boleto.

-¿Y qué? - preguntó Giulliana sin entender.

-¡Estamos a 20 minutos del aeropuerto! ¡¿Por qué no me avisaste antes?! ¡Nos hubiéramos apurado si hubiera sabido! - termine dirigiendo mi mirada a Santiago que nos miraba como si no hubiera sido su culpa.

-Eso no importa ahora, cambiense ahí - dijo señalando un hotel y dándome la llave de una habitación - llamaré un ovni taxi.

Por segunda vez estábamos irreconocibles.

Yo tenía un sweater blanco de lana fina, un jean azul, unas botas bajas marrón claro y una peluca roja, larga por debajo de los hombros. También tenía unos lentes de marco grueso, una cadenita de oro que decía “Dream” y dos caravanas en forma de ancla que hacían de conjunto con la cadenita.

 También tenía unos lentes de marco grueso, una cadenita de oro que decía “Dream” y dos caravanas en forma de ancla que hacían de conjunto con la cadenita

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Janaina llevaba puesto un buzo deportivo de Jake de Hora de Aventura, unos jeans azul obscuro y unos zapatos amarillos con negro. Traía lentes parecidos a los míos y una gorra de lana negra.

Giulliana llevaba un buzo deportivo de panda, unos jeans negros y unas pantuflas con suela también de panda

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Giulliana llevaba un buzo deportivo de panda, unos jeans negros y unas pantuflas con suela también de panda. Además tenía una mochila mediana de cuero negro y varias pulseras de cuentas en las muñecas.

Por último, el Napo iba con un disfraz de blancanieves y unos mini boxers celestes con una carita para que no meara todo el avión

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Por último, el Napo iba con un disfraz de blancanieves y unos mini boxers celestes con una carita para que no meara todo el avión.

Por último, el Napo iba con un disfraz de blancanieves y unos mini boxers celestes con una carita para que no meara todo el avión

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Tomamos el ovni taxi que Santiago había llamado.

-Puse en cada valija un I.N.A.D.O.R. - dijo Santiago - no pierdan el vuelo.

-Noooooo ¿En serio? No sabía - dijo Giulliana.

-¿Que es un I.N.A.D.O.R.? - preguntó Janaina.

-Inteligencia No Aprobada De Organización Reductora - dijo Santiago.

-En español por favor.

-Es una máquina para achicar las cosas.

-Ahhhh - dijeron Janaina y Giulliana al mismo tiempo.

Santiago se apartó del auto y el conductor arrancó pero parecía no haber escuchado que teníamos apuro porque iba lo más lento que le permitía el coche.

-Estamos muy apuradas, si puede llegar al aeropuerto en menos de 15 minutos le pago el triple de lo que vale - dije dirigiéndome al conductor.

-De acuerdo dijo sin mirarnos - abróchense los cinturones - casi en ese instante el coche aceleró  tanto como para tirarnos contra el asiento.

-Cuando lleguemos yo me pondré a buscar en el bolso mientras ustedes bajan y sacan las valijas de atrás del ovni taxi le dejaré el dinero y entraremos corriendo, no pienso pagar tanto - dije susurrando a las chicas.

En ese momento el conductor frenó y nos avisó que habíamos llegado.

Janaina y Giulliana se bajaron del auto y tomaron las valijas como yo les dije.

-¿Cuánto es?

-Normalmente serían 100 dólares pero, cómo usted dijo, será el triple.

-Si claro - dije molesta mientras buscaba solo lo que me había dicho, 100 dólares; alguien que no se apura si no es por dinero no merece un extra.

Salí y le dí los 100 por la ventana.

-Rápido, vámonos antes de que lo note - le dije a las chicas mientras me apuraba.

Entre tanto el conductor del ovni taxi nos gritaba algo que no llegamos a escuchar.

Entramos al aeropuerto. Era un mar de gente yendo hacia todas direcciones, algunos mirando horarios otros despidiéndose pero la mayoría corrían desesperadas e incluso tropezando con sus propias valijas.

-¿Quien tiene los pasajes?- pregunté mientras caminaba mis hacia un mostrador.

Janaina me los pasó.

-Bien, ahora no se vean sospechosas y no se preocupen por lo de la valija - les dije sin mirarlas - buenas tardes - le dije a la mujer detrás de la computadora.

-Buenas tardes - dijo si vernos - Pasajes - pidió mientras extendía su mano hacía mí.

Se los entregué y después de verlos nos pidió las valijas.

-Su vuelo sale en 3 minutos, más les vale apurarse.

-Gracias - contesté - hay que correr - les dije a las chicas mientras apuraba el paso.

-En sus marcas - oí a mis espaldas.

-Listos - dijo Giulliana mientras volteaba a verlas.

-¡Fuera! - gritaron a la vez y sin que pudiera detenerlas salieron corriendo.

-¡Es hacía el otro lado! - les grité corriendo detrás de ellas.

*Inserte música de persecución de caricaturas*

Corrimos pasando por todas las puertas hasta encontrar la correcta. En el camino Giulliana se tropezó con un bolso, salió volando, dió una vuelta y cayó parada para seguir corriendo y resbalarse con el piso mojado. Nos detuvimos para levantarla del piso y luego seguimos corriendo. Llegamos al avión justo antes de que saliera y nos hicieron pasar corriendo hasta los asientos de primera clase.

-Nunca había viajado en primera clase - dijo Giulliana.

-Nunca viajaste directamente - dijo Janaina.

-Bueno- dije más por contestar que algo que por interés en lo que decían.

-Señoras, señores, ambos o ninguno; por favor abróchense sus cinturones si no quieren morir en el despegue vertical ahre. Gracias por su atención.

Su FinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora