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POV KAROL
Al parecer soy algo fácil de reemplazar, porque si no estarías a punto de dar el "si" en frente de un cura.
- Gracias en serio por haber venido – nos dijo Vera.
- Gracias a ti por habernos invitado, - Contesto Jorge, mientras todos sonreíamos.
- ¿Dónde está Rugge?- pregunto Male.
- Por allí viene, dijo que iba por algo de tomar – lo busco con la mirada – miren ahí viene – y ahí fue donde entre en pánico, mi hija venia de la mano del hombre que algún día ame. – y de la mano de una niña – frunció el ceño, mientras Male cruzaba miras conmigo.
- Perdón por la tardanza, pero alguien me entretuvo con su bebida – sonrió mientras veía a Valeria –
- Mamii – grito mi hija, corriendo hacia a mí.
- Cariño, pensé que estabas con Valentina...
- Es que quise traerte coca-cola, pero sin querer choque con el señor – bajo la cabeza a penada.
- ¿es tu hija? - pregunto Ruggero.
- Si – Trágame tierra, por favor trágame
- Debí suponerlo se parece mucho a vos – contesto con una mueca con severidad.
- Gracias – simplemente susurre.
- Bueno, y chicos ¿Qué tal están pasando? – su semblante paso a una sonrisa
- Rugge, hermano todo está delicioso.
- Jorge te extrañe... - sonrió abrazándolo.
- Igual yo...
- Con vera estábamos hablando que queremos que vayan a cenar a casa, para hablar y todo esto – la abrazo y la estrecho hacia el - ¿verdad amor?
- Claro que si, además tengo unas cosas que darte que compramos con Rugge antes de venir para él bebe.
- Entonces solo hay que cuadrar la fecha – sonrió mi amiga rubia. Male y yo nos sentíamos apartadas de la conversación, ya que no teníamos mucho que discutir con ellos. Realmente era muy diferente todo que hace seis años.
- Bueno sigan disfrutando, nosotros seguiremos saludando – Se despidieron. Me sentía súper incomoda. Ne debí a ver venido.
- Cariño porque le regaste la coca-cola a Ruggero?
- Fue sin querer mami.
- Está bien mi cielo, pero por favor ten más cuidado a la próxima, el debería estar impecable para su reunión no con una mancha como la que tiene ahora.
- Mama tiene razón Vale, la gente se puede enojar... - contesto Malena
- Pero él no se enojó... - hizo una mueca – es más fue súper dulce conmigo... - se quedó pensando, para luego seguir hablando - mami ¿de dónde lo conoces? – Admito que no me esperaba esa pregunta.
