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POV RUGGERO
Nadie encuentra su camino, sin haberse perdido varias veces. Nadie encuentra la sabiduría sin haber errado varias veces. Nadie encuentra su felicidad sin haber llorado varias veces.
- Bueno, tengo una noticia muy importante para todos ustedes, ayer en la mañana tuve que ir al médico.
- ¿Estás bien? ¿paso algo malo? – Karol le pregunto preocupada.
- Sí, estoy bien – sonrió – más que bien. Me hicieron un par de exámenes y resulta que después de tanto intentarlo, por fin Mike y yo vamos a tener un bebe – sus ojos se llenaron de lágrimas.
- Oh por Dios – Grito Malena
- Felicidades hermano – me acerque a abrazar a Mike, de verdad me alegraba saber que después de los pronósticos tan malos que hubo sobre Valentina de no poder tener hijos, ahora escuchar esta noticia realmente hacia bien.
- Oh por Dios – volvió a gritar Malena mientras corría a abrazar a Valentina – Voy a ser tía otra vez – todos rieron por el comentario.
- Aun no lo puedo creer – sus ojos se llenaron de lágrimas – es que todo esto se veía tan lejano a nosotros.
- Hermosa vas a tener un primito - Mike alzo a la pequeña castaña.
- ¿Si? ¿Mi tita va tener un bebito igual que mi tita Chiara?
- Si bebe, vas a tener más pequeños con quien jugar – Jorge le acaricio su pequeña cabeza. La sonrisa de todos no se hizo esperar.
***
Después de un montón de recuerdos y de risas ya tenía que volver a casa, por un momento me hubiese gustado retroceder en el tiempo y volver a vivir todo lo que soy luna me dejo, volver a vivir y volver a aprender.
- Hola amor, ¿Cómo te fue? – pregunto Vera mientras se levantaba de la cama - ¿ya comiste? ¿o quieres que te haga algo de comer?
- No cariño, sigue durmiendo, me fue bien, aunque te extrañe bebe – bese dulcemente su hombro.
- Me alegro, aunque creo de que cuando nos casemos eso va a cambiar. Bueno eso es lo que dicen de los matrimonios.
- Pues nuestro matrimonio va a ser diferente. – le di un casto beso en los labios – voy al baño.
- No te demores, quiero abrazarte.
- No me demoro.
Cogí mi pijama y me adentre al baño de la habitación, hice mis necesidades, me lave los dientes y ya cuando estaba a punto de regresar a la cama con mi novia, mi móvil sonó indicándome que había una llamada entrante.
- ¿Hola?– fruncí el ceño porque no conocía el número del que me llamaban
