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*ANTES QUE NADA QUIERO QUE SEPAN QUE ES CAPITULO TIENE UN POCO DE LENGUAJE FUERTE*
POV KAROL
Te amo cuando despierto, y cuando me acuesto, te sigo amando a pesar de todo lo malo que hicimos tú y yo en el pasado. Te amo a pesar de que en unas pocas semanas te vayas a casar. Te amo.
- Esto está mal – me separe de el – te vas casar Ruggero – me estaba enojando – y no voy a hacer la segunda otra vez. No cometo el mismo error dos veces.
- No lo puedo evitar ...
- Deja de decir eso – me exaspere.
- Y vos deja de gritar, que vas a despertar a Valeria.
- Bueno entonces vete ya... - Salí por la puerta de la habitación, y baje las escaleras para abrir la puerta principal.
- ¿Es en serio Karol? Vamos a dejar que este "incidente" dañe lo bien que nos estábamos llevando.
- ¿Lo bien que nos estamos llevando?- conteste incrédula- Ruggero sabes que "esto" – lo señale a él y luego a mí – no es llevarse bien. Tú quisiste acompañarnos hoy por mi hija por nada más.
- Mierda, deja de gritar.
- Y tú deja decir groserías.
- Ya recordé lo exasperante que eres – susurro para sí mismo.
- ¿ah sí? Pues tú sigues siendo el mismo imbécil, que se le puede hacer con eso.
- Si te das cuenta que te estas comportante como una nena de 5 años ¿no?
- Bueno, prefiero ser eso a comportarme como un adolecente con las hormonas alborotadas. – punto para mí.
- No acabas de decir eso – me miro incrédulo - ¿un adolecente hormonal? ¿es en serio? – sonrió cínico- Tienes razón me comporto hormonal – se acercó a mi hasta que me acorraló contra la pared de la entrada. – porque Dios es testigo de las ganas queue tengo de quitarte ese vestido, de hacerte mía una y otra vez. De probarte que no son solo hormonas alborotadas – se inclinó hacia mí, que hizo que un gemido se escapara de mis labios. – que estos siete años sin vos han sido pura abstinencia, de lo que en verdad deseo – empezó a repartir besos en mi cuello hasta mi clavícula- mierda Karol, te deseo tanto bebe – susurro sobre mi piel.
- Yo también... t-te deseo – trague saliva. Realmente lo deseaba siempre lo iba a ser. Y podría cometer mil errores por estar con él, porque eso es lo que me hace feliz.
- Lo se... - susurro para luego besarme. – Mierda, te voy a follar como nunca antes lo han hecho. – empieza a repartir besos hasta mis senos – te voy a demostrar que no importa los años siempre vas a ser mía. – me lleva hasta la sala.
- Y tú siempre vas a seguir siendo mío – lo empujo para que se sentara en el sofá – sabes que siempre seré la que te vuelva loca, nadie más podrá hacer que tu cuerpo y tu corazón sientan lo mismo al mismo tiempo – me senté en sus piernas – solo yo puedo hacer que el deseo y los sentimientos vayan de la mano – empecé a repartir besos en su pecho mientras desabotonaba su camisa blanca- dime si me equivoco – lo mire por leves segundos hasta volverlo a besar.
- La única... - sonreí sobre sus labios – siempre serás la única – bajo la cremallera por mi espalda.- ahora hazme el favor de quitarte ese jodido vestido porque la espera me está matando amor – sonreí cuando escuche "amor" de sus labios, me hacía feliz. Me levante para poder retirar el vestido y quedar solo en bragas – vos y tu vieja costumbre de no usar sostén – trago duro quitándose el pantalón y su bóxer – ahora déjame ayudarte a quitarte eso – me jalo nuevamente hacia él, quitando la última prenda de mi cuerpo – eres preciosa – susurro mientas se adentraba en mí.
- Mierda, hace mucho no hacia esto Ruggero.
- No sabes lo que me alegra eso bebe – repartió besos por toda mi cara y yo seguía con mis movimientos arriba de él.
- No... quiero que... que... que te cases – termine de decir por fin. Disfrutaba la sensación de tenerlo conmigo pero al mismo tiempo me daba miedo su respuesta – por favor no te cases – dije como suplica mientras gotas de sudor bajaban por mi cuerpo.
- Te amo tanto... - me ayudo a acelerar los movimientos de mis caderas hasta llegar juntos al orgasmo.
Y esa misma tarde volvimos a ser uno solo, volvimos amarnos como solo nosotros podemos. Volvimos a ser Karol y Ruggero.
***
- Karol... – escuche decir - nena... – lo mire mientras levantaba el rostro de su pecho para mirarlo.
- Ummmm
- No me voy a casar- sonreí
- ¿en serio?
- Si amor, pero dame tiempo para poder hablar con vera, ella se merece una explicación.
- Toda mujer se merece una explicación – lo abrace fuerte – pre prométeme que no vas a cambiar de opinión.
