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POV RUGGE
¿Quién hubiera pensado que un día que ha ido tan mal sería tan encantador? ¿Quién hubiera pensado que después de pelearnos estemos con las sonrisas más felices del mundo?
- Basta Ruggero vas a hacer que se riegue el jugo – sonreí sobre su hombro mientras volvía a repartir besos en su cuello – mejor ve y cuida los canelones, no quiero que mi hija coma cosas quemadas – se burló.
- Sabes muy bien que a mí no se me quema, ni daña la comida – me separe de ella y la mire ofendido.
- Bueno no queremos que esta ocasión sea la primera vez ¿cierto? – fruncí el ceño, y volví a mi tarea, solo faltaban 5 minutos para poder sacar la comida del horno. Mientras el tiempo pasaba, me quede mirando a la mujer que era dueña de todo mi corazón, a la mujer que un día me hizo enojar, me hizo llorar, me hizo sentir el hombre más cobarde del mundo pero también me hizo amarla, me hizo sentir el hombre más afortunado por tenerla a mi lado, que aunque hubo momentos donde quería odiarla, jamás logre hacerlo porque ella fue y es la casualidad más hermosa que llego a mi vida. Sé que no tuvimos la historia de cuento de hadas, pero eso es lo lindo, que es nuestra historia y de nadie más, que tuvimos altos y bajos pero que aun así, logramos llegar al camino del otro.
- ¿En qué piensas? – susurro Karol mientras me abrazaba por el cuello.
- En que te amo. – acaricie su mejilla – Y que eres la casualidad más hermosa que me paso.
- Yo no creo en las casualidad, yo creo en el destino – me beso, sujeté su cintura para posteriormente levantarla para que sus pies se enredaran en mi cadera. El beso se fue intensificando...
- Mami – oímos la voz de Valeria – Mami – volvió a repetir, karol salto para alejarse de mí.
- Si cariño, estoy en la cocina. – justo en ese momento sonó el horno indicando que los canelones ya estaban hechos.
- Mami – llego con los ojos llorosos- tuve una pesadilla.
- Ay mi cielo ¿qué soñaste? – dijo Karol mientras se agachaba hacia ella.
- Que una mujer me alejaba de ti – empezó a llorar de nuevo.
- Amor nadie nos va a alejar, yo siempre voy a estar para ti, eres lo más importante que tengo en mi vida y no dejaría que nadie te hiciera daño ¿está bien? – la niña asintió – ven y dame un abrazo – Valeria la abrazo.
- Además yo también estoy aquí, para protegerte – hable acercándome a ellas.
