6. Sentimientos Mixtos

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Dorin aún está observando a Dacia y la veía columpiarse tipo cámara lenta cuando---

-"¡Cuidado!"-grita Dacia mientras Dorin es golpeado por la esquina trasera del columpio y cae al suelo.

Dacia da un brinco y corre a socorrerlo. Él estaba ahí tirado pestañeando sin cesar, algo aturdido mientras que su frente se enrojecía. Dacia se cubre la boca al ver la marca en su frente.

-"Lo siento mucho..."- ella se disculpa.

Dorin sacude la cabeza y le hace un gesto con la mano de que no era culpa suya. Él simplemente se había distraído y fue golpeado por no estar pendiente. Soltando un suspiro, le revuelca el pelo a Dacia mientras ella sigue de rodillas junto a él mirándolo totalmente preocupada. Él sonríe y le hala las mejillas.

-"Shorin. Esho shuele"- Dorin se hecha a reír por lo graciosa que se oía.

Él le suelta las mejillas y le da unas leves palmadas en la cabeza mientras se levanta. Estira los brazos y luego le hecha una mirada a Dacia, quien se masajea sus enrojecidas y parcialmente adoloridas mejillas. Él le ofrece su mano y ella la toma mientras da una media sonrisa. Al ponerse en pie, casi se tropieza y termina cayendo contra el pecho de Dorin. Dorin pestañear por unos instantes mientras que sus mejillas se ruborizan.

-"Perdón"- ella casi le susurra mientras da un paso atrás y nota que sus ojos están tan enormes como platos "¿Te encuentras bien? ¿Aún te duele la cabeza?"

El le lanza una mirada e inmediatamente sacude la cabeza. Ambos deciden regresar a la mansión caminando uno al lado del otro. Aveces ella caminaba frente de él ya que aveces se era demasiado sobreprotector y quería asegurarse que pudiera protegerla de cualquier cosa.

Dorin acababa de comprender dos cosas que no había notado, pero una de ellas lo había tomado por sorpresa. Sacude su cabeza mientras piensa se dice para sus adentros que no es nada importante. Dacia se gira lentamente, le sonríe y lo mira con esos ojos impares llenos de pura inocencia.

-"¡Avanza Dorin, o te dejaré atrás!"- dice Dacia entre risitas.

A pesar de estar parcialmente distraído con sus pensamientos, él asiente y continúa caminando a su lado.

. . .

Pasó un mes y finalmente llegó el día de la boda de la segunda hermana de Dacia, Penélope. Rodica y Vera la están peinando mientras que el rostro de Penélope está lleno de lágrimas.

-"Por favor, no llores. Es el día de tu boda."- le dice Vera tratando de animar a su casi inconsolable hermana.

A diferencia de Stela, quien se había casado con un lobo que había marcado en ella, Penélope se iba a casar con un hombre común y corriente del clan Bucur y a quien ellas a penas conocía. Ella simplemente era un símbolo de paz entre ambos clanes. Esto la hacia sentir usada e inútil al mismo tiempo. Solo podía pensar en su suertuda hermana menor, Dacia, quien todavía tenía muchos años por delante antes de que alguien pudiese decidir su futuro por ella.

Dacia estaba cerca de la puerta de la habitación de su hermana. De rato en rato hechaba una mirada. Dacia llevaba puesto un hermoso traje largo de color rosa pálido y su cabello estaba atado en un elegante moño de lado con pequeños y delgados rizos que le enmarcaban el rostro. Sus orejas, cuello y muñecas estaban decoradas con elegantes perlas y una pequeña flor roja en la cabeza. Ella se aleja de la habitacióncion y decide ir escaleras a bajo, donde no sentiría mucha pena por su hermana, cuando de repente choca contra alguien. Al alzar su mirada, se le ruboriza el rostro entero y las orejas. Se había topado contra Dorin, y su rostro también se había ruborizado un poco. Llevaba un traje de color marrón claro con una rosa en el bolsillo del pecho. Él se había perdido de la boda de Stela por estar enfermo, pero ahora que podía asistir a la de Penélope, podía ver a Dacia vestida con algo más femenino. Al principio no sabía qué hacer. Estaba tan acostumbrado a verla tan natural que se le costó un poco reconocerla. Si no fuese por sus ojos impares y su marca de nacimiento, no sabría que era ella.

Convirtiéndola en Alfa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora