15. Sonríe

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Ya Dacia había cumplido sus diecisiete años y Penélope había dado a luz a un varón. Estaba extremadamente contenga y tenía grandes expectativas sobre su hijo. Dacia trataba de tejer un gorro para su sobrino mientras Penélope la observaba.  El pequeño estaba sobre su regazo tomando leche de su biberón.

-"¿Se ve bien, Pen?"-pregunta Dacia mientras baja su mirada hacia su pequeña obra. 

Penélope se acerca y lo observa cuidadosamente.

-"Ahora si está bien. Esta vez no hiciste ningún nudo raro."- dijo Penélope mientras le da una media sonrisa.

Dacia rueda los ojos y se hecha a reír mientras continúa trabajando con el gorro. Desde que Penélope había dado a luz a un varón, se había vuelto más cercana a Dacia. Por supuesto, Dacia era la alfa y aún no estaba casada. Si algo le pasaba a Dacia, su hijo podría ser el siguiente en línea. Al menos, eso era lo que pensaba Penélope. Ella estaba sumamente orgullosa de si misma ya que el al Stela no estar, no podría pelear por convertir a su hijo en alfa y Vera, quien se rumoraba que podría estar embarazada, podría no dar a luz a ningún hijo varón. Penélope pensaba que había algún error en su familia. Ella había sido forzadas a casarse con un Bucur y ahora su hijo, Dimitri Bucur, llevaba su apellido y no el de los Lupu.

A pesar de todo, ella tenía esperanzas de que su hijo se convirtiera en el próximo alfa y su nombre estaría limpio de todo pecado. Dacia, quien había sufrido mucho gracias a Penélope, nunca había pensado en deshacerse de su hermana. Ciertamente había pensado en darle una lección, pero jamás había pensando en matarla.

Se oye un suave golpe en la pared. Ambas se dan la vuelta y ven a Dorin de con una sonrisa en el rostro.
 
-"Alfa, necesitan que le hecha un ojo a los nuevos."- le anuncia Dorin.

Dacia sonríe para sí mientras recordaba como su padre hacia lo mismo cuando ella tenía que entrenar y ella siempre se lo contaba a Vera.
 
-"Iré dentro de poco."- le responde Dacia.

Dorin sonríe, asiente y luego se marcha de la habitación. Dacia comienza a recoger sus cosas y coloca su trabajo en una pequeña mesa cerca de Penélope.

-"Terminaré eso tan pronto termine con los quehaceres de la manada. Adiós Dimitri. Tití debe irse a trabajar ahora."- Dacia le habla en una voz dulce y cómica a su sobrino mientras éste se ríe.

Dacia sale rápidamente de la habitación y se dirige fuera de la mansión donde se encontró con varios niños listos para su primer día de entrenamiento.

-"¿Todos son lobos?"- le pregunta es Dacia mientras cruza sus brazos sobre el pecho.

-"Lo sabrán hoy con la prueba de plata."- dijo Dorin. "Trajeron a todos los niños de 9 años en adelante para la prueba."-

-"¿Por qué no trajeron a ninguna niña?"-

-"Es algo rutinario y por Tradición, Dacia. Usualmente traen varones. Eres la única rarita que tuvo suerte de convertirse en una de nosotros."-

Dacia pone los ojos en blanco. Odiaba tanto cuando decían que las chicas eran incapaces de convertirse en lobos. Aveces pensaba que esas mujeres y niñas capaces de transformarse eran abandonadas o debían vivir en secreto ya que era algo prohibido, imposible y tabú para una chica ser lobo. Era cierto que ella tuvo mucha suerte al ser la hija del alfa y que gracias a su insistencia y el hecho que solo tenía hijas fue que pudo vivir como chica lobo. Ahora que había llegado tan lejos, decidió verificar los alrededores por si no habían chicas lobo, pero luego recordó a los vampiros. ¿Qué tal si se habían mezclado con ellos y ahora eran híbridos? ¿Y si esas mujeres eran los tributos para los vampiros?

Convirtiéndola en Alfa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora