EPÍLOGO

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Muchos años más tarde...

Penélope había envejecido. Estaba arreglándose el cabello mientras se miraba en el espejo. Tenía un invitado muy importante en la mansión y debía lucirse. Sale de su habitación y baja las hermosas escaleras de madera de la Mansión Lupu y se apresura a la entrada principal. Coloca una mano sobre la cerradura y toma una bocanada de aire. El coche negro se acaba de detener justo en frente de la mansión. Sebastian, su asistente, sale del lado del conductor y se dirige hacia la puerta trasera. Tan pronto se abre la puerta alguien brinca fuera del coche.

Un par de sandalias blancas y un traje de verano blanco, piel casi porcelana y una hermosa cabellera rojiza que bailaba con el viento. La niña mira hacia adelante. Penélope se topa con un par de ojos impares. Los ojos de Penélope se abren como platos y frunce el ceño. La chica podía ser confundida con Dacia Lupu...pero no era ella. Penélope sacude la cabeza y pone una sonrisa falsa mientras que estira sus brazos.

-"¡Daciana, querida! ¡Bienvenida a casa!"- dijo Penélope mientras le daba la bienvenida a su "nieta".

La niña le pasa por el lado a Penélope y se dirige a la mansión. Penélope se da la vuelta con sus manos hechas puños. Daciana Lupu le había traído malos recuerdos. Ella no había esperado que se pareciera tanto a su difunta hermana. Penélope debía donar a la chica antes que sucediese algo y su vida quedase completamente arruinada. Debía asegurarse que Daciana se convirtiera en la alfa

Lo que Penélope no sabía era que había alguien observando a lo lejos. Él se cruda de brazos mientras sonríe algo nostálgico.

-"¿No vas a hacer nada?"- le pregunta el chico rubio al otro hombre.

No se le puede ver el rostro al chico rubio ya que está de espaldas a la mansión. El otro sonríe para sí y sacude la cabeza.

-"Ella estará bien, Sorin."- dice el hombre mientras que sus ojos se tornan azules.

Los ojos del rubio se tornan semi dorados mientras mira al lobo.

-"Si tú lo dices, Dorin."- dice el rubio.

Sorin se da la vuelta para mirar hacia la mansión. Observa a la chica de catorce años, Daciana, entrar a la mansión. Sigue a Dorin mientras que dentro de sí rogaba que la chica no sufriera el mismo destino que la Alfa..

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Convirtiéndola en Alfa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora